Introducción
La infección por Strongyloides stercoralis es endémica en regiones tropicales y subtropicales, suele ser asintomática o manifestarse por síıntomas predominantemente digestivos y cutáneos con evolución crónica en inmunocompetentes.
Esta enfermedad parasitaria constituye un problema significativo en inmunocomprometidos a causa de su capacidad de autoinfección (endógena y exógena), pudiendo provocar hiperinfección e infección diseminada.
Resumen clínico
Paciente oriunda de Paraguay, de 43 años, de sexo femenino,VIH positivo en tratamiento y desnutrición; que consulta en el servicio de guardia central por diarrea de 6 meses de evolución y vómitos intermitentes. Al examen físico presenta abdomen agudo suboclusivo por lo que se decide su internación en el servicio de cirugía.
Se solicitaron estudios de sangre, con recuento de leucocitos de 12,6 x 103 U/L con predominio de neutrófilos segmentados (77%) y sin eosinofilia (2%); hemoglobina de 11,2 g/dl y hematocrito de 34%. La TAC de abdomen con contraste reveló escasa cantidad de líquido libre a nivel de interasas en pelvis. El coprocultivo no evidenció desarrollo de enteropatógenos.
Al examen directo de materia fecal se observaron múltiples larvas, evidenciándose 2 estadios según características morfológicas, larvas rabditoides de Strongyloides stercolaris y larvas filariformes. Además se observó la presencia de huevos.
Se inició tratamiento con Ivermectina 200 µg/Kg/día.
Discusión
El síndrome de hiperinfección se ha encontrado en cerca de un 1,5 a 2,5% de los pacientes con estrongiloidiasis y se puede considerar como indicador de inmunosupresión. En este caso,la desnutrición severa podría ser el factor predisponente primario que alteró la relación entre el helminto y el huésped lo que exacerbó el número de parásitos (hiperinfección). El helminto puede, asimismo, producir cuadros de pseudoobstrucción intestinal, hepatitis granulomatosa, hipocalemia marcada o simular una masa pancreática.
En el hemograma cabría esperar eosinofilia, que orientaría hacia la sospecha de una infección por parásitos, pero cuando ya se ha desarrollado una hiperinfección no hay eosinofilia, y el recuento de leucocitos es variable.
Conclusión
Cabe destacar que en los pacientes con inmunosupresión o tratamiento con corticoides debemos sospechar infecciones oportunistas o por gérmenes poco frecuentes, y la demostración de estos recae en las muestras microbiológicas.
En estos pacientes y sobre todo en áreas endémicas debe sospecharse la parasitosis por Strongyloides stercoralis cuando acuden a la consulta por síntomas digestivos, respiratorios o cutáneos y solicitar exámenes parasitológicos que puedan evidenciar la presencia de larvas antes de producirse la hiperinfección. El análisis más importante para demostrar S.stercoralis sigue siendo el examen repetido de materias fecales en varios días consecutivos.
En los casos de hiperinfección es importante realizar un diagnóstico precoz para mejorar el pronóstico de estos pacientes.