Introducción:
El género Bipolaris pertenece a los feohifomicetos o dematiaceos. Son hongos que en sus paredes y esporas contienen melanina que actúa como factor de virulencia y les da coloración marrón oscura.
Se presenta una infección inusual del Sistema Nervioso Central (SNC) asociado a Bipolaris en un paciente inmunocompetente. Existen pocos casos reportados en la literatura con una mortalidad que supera el 50%.
Metodología:
Paciente masculino de 26 años, sin antecedentes patológicos, empleado de oficinas en Neuquén Capital, Patagonia Argentina. Presentó cefalea y fiebre; luego hemiparesia faciobraquiocrural izquierda. Laboratorio con leucocitosis, resto de valores normales. Inicia tratamiento antibiótico por sospecha de infección bacteriana en sistema nervioso central. La tomografía computada (TC) sugiere cerebritis. En resonancia magnética (RM) se informa lesión compatible con absceso micótico. Comienza tratamiento con Anfotericina en forma empírica y se realiza cirugía descompresiva cerebral de urgencia con exéresis completa del tejido necrótico. Examen directo negativo, en el cultivo se aísla Bipolaris Sp y en la anatomía patológica se describen hifas pigmentadas compatibles con dicho germen. Completó tratamiento endovenosos por 4 semanas con anfotericina B más voriconazol continuando vo con voriconazol mas terbinafina con buena evolución.
Discusión y conclusiones:
El Bipolaris es un género perteneciente a los feohifomicetos o dematiaceos, que raramente causa patología en el SNC de humanos. La mitad de los pocos casos reportados en la literatura no presentaba factores de riesgo ni inmunocompromiso. La RMN fue altamente sugestiva y permitió iniciar tratamiento empírico dado la gravedad del cuadro. El cultivo y biopsia permitieron la caracterización de genero Bipolaris lo que determinó el tratamiento combinado con buena evolución a pesar de que la mortalidad en estos casos supera el 50% (fig.3 y 4). De lo descripto en la bibliografía el tratamiento recomendado es extirpación completa de la lesión junto al uso con antifúngicos como voriconazol con anfotericina B o voriconazol con terbinafina. La duración de los tratamientos varía entre 6 semanas a 24 meses, con un promedio de 6 a 12 meses en los pacientes con mejor evolución.