La confirmación de un caso de rabia humana con desenlace fatal en la provincia de Buenos Aires (PBA)en 2021 puso en evidencia uno de los mayores riesgos para la salud humana que trae la convivencia entre humanos y animales. La implementación oportuna de medidas de prevención y control a nivel individual y comunitario son esenciales en el abordaje de esta problemática. El conocimiento de la epidemiología local de los APR permite una gestión más eficiente de los programa de control de rabia.
En el siguiente trabajo describimos las características clínicas y epidemiológicas de las lesiones por mordedura asistidas en un municipio de la PBA.
Material y métodos
Estudio descriptivo, transversal. Período enero a septiembre 2019. Se documentaron todos los accidentes por mordedura asistidos en el centro antirrábico. La información se obtuvo de la ficha de denuncia de APR. Variables documentadas
Del paciente: edad, sexo, región anatómica de la mordedura, tratamiento recibido, reacciones adversas post vacunación.De animal agresor: especie, antecedente vacunal y observación veterinaria .Se realizó georeferenciamiento de los APR.
Resultados
Se asistieron 1330 casos de lesiones por mordedura. El centro antirrábico recibe todas las consultas del municipio (población 800.000h). Del total de pacientes 31% fueron menores de 20 años, 55 % entre 21 y 50 años y 14% mayores de 50 años. Región afectada: miembros inferiores (61%), miembros superiores y cuello / cara (21%), miembros superiores (16%). Recibieron tratmiento antibiótico el 91% de los pacientes, vacunación antirrábica el 51 % (FP 96%, verorab 4%). Dos pacientes fueron hospitalizados. Se reportó un ESAVI. El 59% de los APR ocurrieron en el casco urbano.
En relación al animal agresor: 89% perros, 10% gatos. El 4% de los animales involucrados tenía la vacunación antirrábica vigente. El 30% estaba disponible para observación veterinaria, se observaron el 19% de los casos.
Conclusiones
Los APR representaron un motivo de consulta frecuente, especialmente en jóvenes. Las lesiones fueron provocadas principalmente por perros, menos del 5% contaban con vacunación vigente. Aunque el 30% de los animales estaba disponible para observación, esta no se realizó en todos los casos lo que motivó un sobreuso de la vacuna humana. Se evidencian al menos tres situaciones que podrían mejorarse: déficit en vacunación antirrábica en animales, presencia de animales sin propietario, bajo número de observaciones veterinarias en los animales mordedores.