Introducción:
Nocardia spp. y Actinomyces spp. son bacterias filamentosas del orden Actinomycetales. Nocardia spp. es ubicua, saprófita del suelo, siendo su principal factor de riesgo la inmunosupresión. Actinomyces spp. es comensal de mucosa oral, gastrointestinal y pélvica, pudiendo presentarse en inmunocompetentes.
Objetivos:
Describir presentación clínica, métodos diagnósticos, tratamiento instaurado y respuesta clínica de las dos especies más relevantes de Actinomycetales.
Materiales y métodos:
Estudio retrospectivo, observacional. Se analizaron siete casos de infecciones por Actinomycetales en pacientes adultos ocurridos entre 2017 y 2021: tres actinomicosis y cuatro nocardiosis. Se recolectaron datos de historia clínica incluyendo seguimiento ambulatorio. Para su diagnóstico se utilizaron técnicas de tinción, cultivos y anatomía patológica.
Resultados:
De los cuatro casos de nocardiosis se observó predominio del sexo masculino. Tres fueron en huéspedes inmunocomprometidos (trasplante hepático con rechazo crónico de injerto y LMA, TALO histoidéntico relacionado por LLA con EICH, coinfección VIH/VHB con >200 CD4 y cirrosis) y uno con diagnóstico concomitante de glioma. Tres presentaron compromiso pulmonar: uno con extensión pleural, otro con afectación de SNC y el tercero con absceso de partes blandas; el restante con enfermedad aislada de SNC. Todos se diagnosticaron por cultivo: Nocardia spp., N. farcinica y dos N. cyriacigeorgica y recibieron tratamiento dirigido por antibiograma. En relación a los tres casos de actinomicosis, todos inmunocompetentes con predominio del sexo femenino. Dos presentaron signos y síntomas crónicos: colección en pared torácica y fístula cutánea con diagnóstico por anatomía patológica; el tercero presentó síntomas agudos: peritonitis y absceso pélvico, desarrollando en cultivo A. turicensis. Todos realizaron tratamiento con aminopenicilinas con respuesta favorable.
Discusión:
A pesar de que Actinomyces y Nocardia comparten un origen taxonómico, la presentación clínica y el abordaje terapéutico entre ambas patologías es diferente. En cualquier caso, se debe tener una alta sospecha clínica para utilizar herramientas diagnósticas especiales basadas en tinciones, cultivos y anatomía patológica.