Introducción:
La resistencia bacteriana constituye un problema creciente de salud pública mundial. En los últimos años asistimos a un aumento alarmante del uso de antimicrobianos (ATM), con un incremento de las infecciones por microorganismos multirresistentes (MDRO). Los Programas de Uso Optimizado de Antimicrobianos (PROA) tienen como objetivo proveer herramientas para la mejor utilización de los ATM. Dado que nuestro hospital no es ajeno a esta problemática, decidimos adaptar e implementar un PROA.
Objetivos generales del programa:
• Optimizar uso de ATM, prolongar su vida útil y reducir emergencia de MDRO.
• Minimizar eventos adversos asociados al uso de ATM.
• Desarrollar recomendaciones para la toma de decisiones sobre utilización de ATM
• Asegurar tratamientos ATM costo-efectivos ajustando los tiempos de tratamiento y esquemas combinados.
Objetivos específicos:
– Determinar reducción del consumo de ATM
– Evaluar adecuación de indicación y dosis de ATM
– Estimar proporción de ATM suspendidos por mala indicación
– Determinar proporción de pasaje a vía oral y cambio de ATM
Intervención:
1. Creación de comisión PROA (Equipo multidisciplinario)
2. Implementación de metodología de Revisión y retroalimentación.
3. Estrategia de restricción de ATM en profilaxis quirúrgicas
4. Creación o adaptación de guías para uso de ATM. Educación.
Diseño:
Estudio cuasi-experimental. Serie de tiempo interrumpida.
Métodos:
Indicadores de estructura/proceso: Creación de comisión PROA; proporción de restricciones de uso en profilaxis quirúrgica; cantidad de guías adaptadas. Indicadores de resultado: Cambio en dosis diaria definida (DDD), días de Tratamiento (DOT); adecuación del uso; porcentaje de DDD inapropiadas; proporción de desescalamiento.
Medición 6 meses previos y cada 3 meses después de la implementación. Comparación con DDD del mismo período del año previo.
Resultados:
Se revisaron 392 indicaciones de ATM de marzo a mayo de 2018 luego de la implementación. La mediana de días de tratamiento fue de 7 (RIC 1-66). ATM adecuados en 84,44%, con 77,55% de uso empírico. Observamos cambio de ATM en 16%, paso a VO en 10,5% y suspensión en 22,2%. Comparado con igual período del 2017, hubo una reducción en DDD/1000 pacientes días en imipenem, meropenem, ceftriaxona, ciprofloxacina, colistín, piperacilina-tazobactam y vancomicina. Las DDD inadecuadas fueron más frecuentes con ceftriaxona (27,5%), vancomicina (18%) y piperacilina-tazobactam (17%).
Conclusiones:
La implementación del PROA redujo el consumo de ATM de alto impacto biológico y alto costo. Es necesario evaluar el impacto a largo plazo de este programa.