Introducción:
La infección por VIH hoy en día se considera una enfermedad crónica. Se ha demostrado un envejecimiento precoz en esta población, con un adelanto en la aparición de comorbilidades. Es necesario una atención multidisciplinaria que permita un abordaje integral oportuno.
Objetivos:
Evaluar la supresión viral, la evolución de linfocitos CD4 y la prevalencia de comorbilidades en adultos mayores infectados por VIH.
Material y Métodos:
Cohorte observacional, descriptiva y retrospectiva de adultos mayores (50 años o más), con un grupo control (menores de 50 años), también infectados por VIH. Sus datos fueron relevados desde el 1 de Junio al 31 de Diciembre del 2019. Se definió como grupo 1, a pacientes de 50 años o más (N=104) y grupo 2 a menores de 50 años (N=103). Como herramienta de investigación se utilizó el programa estadístico STATA 13. Los parámetros estadísticos de centralización y posición utilizados para cumplir los objetivos fueron porcentajes, media y mediana con IC del 95%.
Resultados:
La supresión viral se alcanzó en 79.8% de pacientes del grupo 1 y 73% del grupo 2. La mediana de carga viral alcanzada para ambos grupos fue de 20 copias/ml y de linfocitos CD4 de 583 y 556 cel/mm3 respectivamente. Las cifras nadir de CD4 fueron 202 y 199 cel/mm3 y la mediana de años viviendo con VIH fue de 17 y 12 años para cada grupo. Se observó diferencias significativas en consumo de alcohol (5.1 vs. 16.5%; p 0.01), HTA (13.3 vs. 5.8%; p 0.02) y alteraciones de la glucosa (8.4 vs. 4.8%; p 0.01) y diferencias no significativas en consumo de tabaco (17.5 vs. 26.2%), drogas (11.2 vs. 20.4%), HCV (20.8 vs. 12.6%), HBV (16 vs 18%) alteración del colesterol total (45.1 vs 36.2%), ERC (10.3 vs. 3.8%) y enfermedades oportunistas (25% vs. 28.9%).
Conclusiones:
En ambos grupos la respuesta al TAR fue eficiente, constándose en las medianas del recuento de CD4 y cargas virales en el marco de la indetectabilidad. El nadir de CD4 para toda la población observada fue similar, lo cual podría reflejar que en ambos grupos se llega a un diagnóstico tardío. No se observó diferencias en estos datos cuando se analizó por años viviendo con VIH. Las comorbilidades con una diferencia significativa fueron la alteración de la glucemia y la HTA, más frecuentes en el grupo 1 y el consumo de alcohol en el grupo 2. La alteración de los lípidos tiene una elevada prevalencia observada en ambos grupos, probablemente multifactorial. Por último se evidenció sub registro elevado de datos.