Introducción:
El virus BK pertenece a la familia de los poliomavirus, contiene un genoma ADN doble cadena, actualmente se han descripto 4 genotipos distintos. La infección primaria ocurre en la primer década de vida, coloniza el tracto urinario y queda en latencia sin producir complicaciones al huésped inmunocompetente. En trasplantados renales, el mismo puede reactivarse, replicarse e iniciar viruria y viremia nuevamente, afectando de esta manera el órgano implantado. La medición del ADN viral del virus BK en orina mediante qPCR es un método de diagnóstico temprano con un valor predictivo negativo cercano al 100% y positivo cercano al 67%.
Objetivos:
Estudiar la prevalencia de reactivación del virus BK en trasplantados renales en muestras de orina y plasma, y su relación con factores de riesgo asociados.
Materiales y métodos:
A través de un análisis descriptivo, retrospectivo y transversal en el periodo comprendido entre mayo de 2017 a mayo de 2022, se estudiaron 672 muestras, correspondientes a 291 pacientes con pedido de determinación de viruria y viremia por qPCR para control post trasplante renal. El ADN fué extraído utilizando columnas comerciales “High Pure DNA- Roche” y la qPCR se realizó según protocolo de “Randhawa, et. al. 2011”.
Resultados:
De un total de 291 pacientes trasplantados renales evaluados, se ha detectado la presencia de viruria BK en 41 pacientes (14%), y viruria con viremia BK en 18 pacientes (6.18%). Además, el 100% de los casos con viruria corresponde a pacientes masculinos con un promedio de edad de 46 años.
Discusión / Conclusiones:
La prevalencia de reactivación del virus BK en pacientes post trasplante renal es menor a lo planteado en otros estudios, “Costa et. al. 2008” reportó 18,3 % y “Viscount et. al. 2007” un 24 %; y además, se da en su totalidad en varones , lo cual también podría ser un factor predisponente a la reactivación junto con mayor tiempo en diálisis, menor tiempo post trasplante, re-trasplantes, mayor grado de sensibilización, mayor número de mismatch, tipo de donante, coincidiendo con “Trofe-Clark. et. al. 2016”.
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