Introducción:
Staphylococcus aureus (SA) es un importante agente causal de una amplia gama de enfermedades infecciosas.
Objetivo:
Realizar la descripción clínico-microbiológica de las bacteriemias por SA (BSA) evaluadas durante 24 meses.
Material y Métodos:
Estudio prospectivo, observacional, que incluyó a todos los pacientes (Pa) adultos (>14 años) internados en un hospital general de agudos, asistidos por la Sala de Infectología, desde el 01/01/17 al 31/12/18, que presentaron al menos un hemocultivo (HC) positivo para SA durante su internación. Por cada episodio de BSA se completó una hoja de reporte de caso incluyendo datos demográficos, factores asociados a la BSA, origen de la infección, evolución clínica y perfil de resistencia (R) bacteriano. Para evaluar complicaciones a distancia en cada episodio se solicitó Ecocardiograma (ECO), fondo de ojo (FO) y ecografía abdominal (EA), y en las BSA Meticilino Resistente (SAMR) HC de control a las 48 hs. Se usó Statistix 7.0; se adoptó un valor de significancia p<0.05 (DS).
Resultados: Se evaluaron 103 BSA en 100 Pa, que representó el 15% de las bacteriemias del período. Edad promedio de 56 años (16-94), 69% varones, 31% mujeres. Se registraron comorbilidades en 68 Pa (66%): DBT 27%, obesidad 7%, VIH 7%, HTA 6%, TBQ 4%, etilismo 3%, insuficiencia renal terminal 3%, consumo de drogas 3%.
SA Meticilino Sensible (SAMS) causó el 63% (65) de las BSA: 38% presentó R al menos a un ATM no β-lactámico (%): FQ (4); TMS (1); ERY (27); CLI (3); GEN (19); sin R a RIF, DAP, ni LNZ. CIM50 y CIM90 de VAN=1 (rango: 0,5-1g/l).
De las 65 bacteriemias por SAMS, hubo 46 (71%) asociadas al cuidado de la salud (ACS): 28 bacteremias primarias (BAP), 13 asociadas a catéter de hemodiálisis (CHD), 4 infecciones de piel y partes blandas (IPPB), y 1 marcapasos; y 19 adquiridas en la comunidad (ACo): 15 BAP y 4 IPPB.
SAMR causó el 37% (38) de las BSA: 51% tuvo R acompañante al menos a un ATM (%): FQ (22), ERY (20), CLI (16). GEN (27), RIF (7); sin R a TMS, DAP, ni LNZ. CIM50 y CIM90 de VAN =1 (rango 1-2 g/l).
De las 38 por SAMR, 20 fueron ACS (52%): 12 BAP, 5 CHD, 2 prótesis de cadera (PC) y 1 IPPB; y 18 fueron ACo: 16 BAP y 2 PC.
En 66% de las BSAMR se realizaron HC de control, resultandos positivos el 28%. Mediante ECO (64 TT y 4 TE) se constató la presencia de vegetaciones en 4 Pa; por los resultados de 55 FO y 72 EA no se detectaron complicaciones a distancia.
La mortalidad global fue del 18% y se encontró asociación entre mayor mortalidad y mayor edad (p<0.05) y SAMS vs. SAMR (21.5 vs. 10.5%). En las BSA hubo mayor prevalencia de casos ACS sin DS entre SAMR y SAMS. El foco de infección prevalente de BSA fue la BAP, sin DS de acuerdo al origen.
Conclusiones:
Nuestra serie nos permitió observar una mayor tasa de bacteriemias por SAMS y ACS. El principal foco de infección fue la BAP. En SAMR, la mitad tuvo R acompañante al menos a un ATM, y en SAMS 38% presentó R al menos a un ATM no β-lactámico. La mortalidad fue cercana al 20%, encontrándose fuerte asociación con mayor edad y con SAMS. A pesar de tratarse de un hospital de alta complejidad, es aún dificultoso realizar estudios para seguimiento en estos pacientes.