Introducción:
En los centros de rehabilitación es frecuente que los pacientes se colonicen por MOMR y el manejo o el cuidado de ellos, resulta muchas veces dificultoso y a menudo poco realista para poder implementar las medidas de prevención recomendadas para los centros de agudos.
Objetivo:
Analizar el manejo de los pacientes colonizados por MOMR en un centro de rehabilitación y su impacto.
Método:
Durante 2011-2018, se realizó la vigilancia sistematizada de MOMR. Se hisoparon todos los pacientes ingresados al centro de rehabilitación que vinieran de otro centro (con y sin vigilancia previa) y todos aquellos que recibieron antibióticos (carbapenemes y quinolonas) durante su estadía. Al principio, se controlaba SAMR, EVR, BLEE y KPC, en 2015 se dejó de vigilar SAMR y desde 2017, sólo se realiza la búsqueda de KPC.
La institución cuenta con 119 camas de piso (7 habitaciones individuales), 10 de UTI (4 compartidas) y 25 de pediatría (1 individual). Siempre que sea posible se intenta realizar cohortes por MOMR.
Los pacientes realizan actividades de rehabilitación compartidas en gimnasio, terapia ocupacional, fonoaudiología, y se establecen horarios para estas actividades siendo otorgados los últimos turnos para los colonizados. Asimismo, se comparten áreas comunes como la confitería junto a sus familiares.
La ubicación de los pacientes colonizados se establece según requerimiento de atención por el personal de salud e inmunocompromiso. Se permite compartir habitación a los pacientes colonizados con otro no colonizado siempre que tenga la piel intacta o las heridas contenidas, no se encuentren traqueostomizados y no estén inmunocomprometidos.
Resultados:
Se evaluaron 7866 pacientes, 694 colonizados (7,5%), la tasa varió por año, desde 14,9% (2011) a 3,2% (2018). El 48,55% de los pacientes ingresaron colonizados/infectados (337/694), en 374 pacientes se le indicó aislamiento preventivo por haber ingresado sin cultivos de vigilancia y de ellos el 90,1% la vigilancia fue negativa (337) y de los pacientes que recibieron antibióticos (414), se colonizaron el 42% (174).
La prevalencia de MOMR varió en los diferentes años: SAMR de 12,5% (2011) a 0% (2014); EVR de 20,8% (2011) a 14,3% (2016); BLEE de 62,5% (2011) a 42,8% (2016); KPC fue incrementando su prevalencia 4,2% (2011) a 41,8% (2016) y desde 2017, solo se vigila este microorganismo.
La tasa de colonización por KPC (2017-2018) fue mayor en UTI 4,25% comparado a las áreas de pediatría (1,04%) e internación general (1,86%).
Entre 2017-2018, se registraron 6 infecciones urinarias por KPC, la mayoría de los pacientes tenían el antecedente de colonización previa (5/6; 83,3%).
Conclusión:
Los pacientes de los centros de rehabilitación presentan diferentes riesgos de colonización/infección por MOMR con respecto a los centros de agudos.
Ellos requieren realizar actividades en conjunto como parte de su rehabilitación y esto no incrementa el riesgo de infección por KPC como tampoco el compartir habitaciones con otro paciente colonizado. Se debe priorizar la recuperación de los pacientes, manteniendo las medidas de control de infecciones adaptándolas a nuestra realidad sin extrapolar las medidas de los centros de agudos.