INTRODUCCIÓN:
La anemia es uno de los trastornos hematológicos más frecuentes en los pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) con aumento de la morbimortalidad. Generalmente es multifactorial. El parvovirus B19, se ha asociado con anemias crónicas y severas en estos pacientes. Se caracteriza por su particular tropismo por células precursoras eritroides, produciendo una aplasia pura de células rojas. La administración de inmunoglobulina humana más transfusiones de glóbulos rojos suelen ser necesarias para el manejo de la anemia.
CASO CLÍNICO:
Paciente femenina, 32 años, oriunda de Jesús María. Antecedente: infección por VIH desde 2006, último control en 2017 con LT-CD4 36 cél/ml, carga viral (CV) 62737 copias/ml, tratamiento antirretroviral con tenofovir, dolutegravir, darunavir y ritonavir. Derivada desde hospital local por vómitos, malestar general, disnea y palpitaciones asociado a síndrome anémico severo con hemoglobina (Hb) 2,4 g/dL por lo que había recibido dos unidades de glóbulos rojos. Ingresa a nuestro hospital con palidez cutaneomucosa generalizada, muguet oral, soplo sistólico 2/6, laboratorio con Hb 5,1 g/dL, hematocrito 17,2%, glóbulos blancos 3700/mm3. Perfil de anemia normocítica normocrómica arregenerativa. Durante internación se realizan hemocultivos por lisis, inmunodifusión para hongos, serologías virales (CMV, VEB), CV para CMV, perfil inmunológico con resultados negativos. Se realiza punción de médula ósea: normocelular con ausencia de malignidad. Endoscopia sin alteraciones. CV para VIH 52 copias/ml, LT-CD4 21 cél/ml. Se realiza PCR para parvovirus B19 en suero con resultado positivo. Realiza tratamiento con inmunoglobulina humana por tres días con Hb 6,4 g/dL.
DISCUSIÓN:
La anemia asociada a infección por VIH se presenta en un 60-80% de los pacientes en estadios avanzados. La mortalidad puede ser de 41% en anemia severa con Hb inferior a 8 g/dL. En la mayoría de los casos es multifactorial, dentro de las causas infecciosas, el parvovirus B19, se asocia a anemias crónicas y severas.
Los pacientes inmunocomprometidos tienen capacidad disminuida de respuesta inmune para eliminar la viremia, por lo que las infecciones crónicas o reactivaciones pueden ocurrir. Suele presentarse como anemia con reticulocitos bajos más leucopenia, tal como presentó nuestra paciente.
La biopsia de médula ósea es normocelular en un 70% de los casos, siendo característica la presencia de pronormoblastos gigantes, ausentes en este caso. En pacientes inmunocomprometidos, se recomienda realizar pruebas de amplificación de ácidos nucleicos en plasma, suero o médula ósea con positividad del 31%.
La administración de inmunoglobulina humana no está estandarizada, se recomienda 1-1,5 gr/kg/día por tres días, tal como fue administrado en este caso. La anemia suele resolverse en una media de 90 días.
CONCLUSIÓN:
La infección por parvovirus, debe ser considerada entre los diagnósticos diferenciales en el abordaje de un paciente VIH con síndrome anémico. La administración de inmunoglobulina humana resultó una medida eficaz para su manejo.