Introducción:
Las intervenciones farmacológicas y obstétricas han logrado reducir la transmisión vertical (TV) de VIH en el mundo. Sin embargo, estas embarazadas siguen siendo un grupo de alto riesgo de complicaciones perinatales, como el parto prematuro (PP), siendo la principal causa de mortalidad perinatal. Se presenta la experiencia de más de dos décadas con las embarazadas tratadas con TAR (terapia anti retroviral) en un Hospital público.
Objetivos:
Describir las características y resultados obstétricos en gestantes con diagnóstico de VIH en TAR. Caracterizar coinfecciones en el grupo estudiado. Determinar riesgo de parto prematuro en relación con población general y su asociación a TAR. Evaluar presencia de transmisión vertical de VIH.
Materiales y Métodos:
Estudio retrospectivo, de todas las embarazadas con infección VIH, que recibieron TAR entre enero 2001 y abril 2023, atendidas por un equipo multidisciplinario. Se revisaron sus antecedentes obstétricos, coinfecciones, TAR recibida, carga viral, edad gestacional y vía al parto, así como también complicaciones perinatales, TV y mortalidad perinatal.
Resultados:
En el periodo de estudio hubo 135 partos de embarazadas con diagnóstico de VIH bajo TAR. La coinfección con sífilis fue de 5,4%, hepatitis B 4%, y la de citomegalovirus (CMV) determinada por presencia de IgM (+) CMV 5,9%. Desde 2019 se cuenta con tamizaje PCR para Chlamydia trachomatis: en 16% (5/31) resultó positiva. De las 135 pacientes totales, en 13,3% ocurrió parto prematuro (18/135). No hubo diferencias entre grupo con o sin Lopinavir/ritonavir : 13,7% (7/51) y 13,1% (11/84). En 13 de 18 partos de pretérmino, se identificó origen: de ellos, 61% fue por indicación médica y 39% espontáneo. De los por indicación médica, la principal causa fue insuficiencia placentaria (HELLP, RCF, DPPNI). El 73% eran prematuros tardíos. No hubo prematuros menores a 32 semanas. El 86% (13/15) de los PP fueron por cesárea. En 1/15 (5,5%) se presentó infección puerperal. En los 135 binomios se aplicó protocolo prevención de TV postparto y se suspendió lactancia materna. No hubo casos de transmisión vertical (0 %) ni mortalidad perinatal en esta cohorte.
Discusión / Conclusiones:
El riesgo de transmisión vertical de VIH se ha reducido dramáticamente gracias a manejo interdisciplinario, TAR combinadas, medición carga viral y vía de parto según antecedentes. En nuestra serie no hay RN infectados. Sin embargo, el parto prematuro sigue siendo una complicación más frecuente que en la población general (8% en nuestro país). La infección por Chlamydia tiene el doble de frecuencia que en embarazadas no-VIH: 16% vs 8%. En nuestra cohorte, el uso de Lop/rit no aumentó riesgo de prematurez, a diferencia de lo reportado internacionalmente. La insuficiencia placentaria fue la principal causa. Por ello, estas pacientes requieren control en Unidades Especializadas Infectológicas y Materno fetales.