Introducción:
La endocarditis infecciosa (EI) y las embolizaciones viscerales (EV) son complicaciones graves de la bacteriemia por S. aureus (BSA). Diferentes guías habitualmente recomiendan ecocardiograma e imágenes abdominales en el contexto de la BSA. Sin embargo, la incidencia de EI puede ser baja en ciertos escenarios, y la búsqueda de complicaciones de la BSA podría ser evitada.
Objetivos:
Determinar la incidencia de EI y EV, y encontrar factores asociados a EI en pacientes con BSA.
Materiales y Métodos:
Realizamos un estudio de cohorte retrospectiva, incluyendo pacientes mayores de 18 años con BSA internados en nuestra institución entre Enero/2016 y Agosto/2017. Se recabaron variables demográficas, clínicas y aspectos de la BSA, como también los resultados del ecocardiograma (ECO), imágenes abdominales (IA) y fondo de ojo (FO). Se realizó estadística descriptiva habitual, análisis univariado para determinar factores asociados a EI, y análisis multivariado por regresión logística con las variables con significancia estadística en el univariado.
Resultados:
Identificamos 217 pacientes con BSA. En 153 se realizó ECO (70.5%). La incidencia de EI fue de 7.2% en pacientes con cualquier ECO, y de 10.6% en pacientes con ECO transesofágico (TE). Las características de los pacientes y el análisis estadístico se muestran en la tabla 1. Se detectó que la presencia de un soplo nuevo se asocia a EI en el análisis multivariado con un OR 9.3 (IC 1.7-50.2) en pacientes con cualquier ECO, y OR 12.8 IC(1.7-93) en pacientes con ECO TE. El sexo masculino mostró una tendencia a la asociación (OR 7.9, IC 0.7-82). Se realizaron 159 estudios de IA, con 3 EV detectadas (1.9%). El FO se realizó en 85 pacientes con 1 hallazgo positivo (1.2%).
Conclusiones:
Los predictores clásicos de EI en esta cohorte de BSA fueron infrecuentes, lo que determinó una baja incidencia de EI. En los pacientes con soplo nuevo, masculinos y jóvenes se debería continuar haciendo ECO. Dado el bajo pretest de la cohorte, no se pudieron identificar otros predictores. Se necesitan estudios a mayor escala en pacientes de bajo riesgo para identificarlos. La incidencia de EV y hallazgos en FO fue muy baja, y podría evitarse realizar estos estudios de rutina.