Introducción:
Las bacteriemias por enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido (E-BLEE) constituyen un problema en pacientes oncohematológicos (OH)1,2, y la antibioterapia adecuada puede determinar la evolución. Los carbapenemes (CRB) constituyen el tratamiento de elección para infecciones severas por E-BLEE1. Empero, su uso indiscriminado se asocia al desarrollo de enterobacterias resistentes a CRB (ERC)1.
En pacientes OH, la eficacia de betalactámcos/inhibidores de betalactamasas (BLIBL) para el tratamiento de bacteriemias por BGN-BLEE fue evaluada recientemente en dos estudios2,3,4concluyendo que estos pueden ser opciones efectivas.
En nuestro nosocomio el surgimiento de ERC constituye un problema creciente. Desde 2016 el tratamiento empírico (TE) en pacientes OH se modificó para restringir el uso de CRB. Nos proponemos realizar un análisis de bacteriemias en pacientes OH tratados con monoterapia con piperacilina/tazobactam (TZP) vs CRB.
Objetivo:
Describir características clínicas y microbiológicas, y comparar la evolución de bacteriemias por E-BLEE en pacientes OH con TE con CRB vs TZP.
Materiales y métodos:
Estudio de cohorte retrospectivo de episodios de bacteriemia por BGN-BLEE con TE con monoterapia; sobre la base de estudio prospectivo y observacional desde 1 de enero de 2008 a 31 de diciembre de 2017 en pacientes adultos OH neutropénicos febriles (NTF) asistidos en un hospital de 3º nivel.
Los episodios fueron asignados a dos grupos según recibieran monoterapia con carbapenemes (grupo 1) o piperacilina/tazobactam (grupo 2). La selección del TE fue decisión de los médicos tratantes.
Se utilizó el Software SPSS 19.0. Se realizó un análisis univariado, considerándose estadísticamente significativa un valor de p≤0,05.
Resultados:
Se incluyeron 362 episodios de bacteriemia en el total de cohorte. Se analizaron 37 (10,2%) episodios de E-BLEE tratados con monoterapia, totalizando 38 aislamientos.
Sexo masculino 48,6%, edad mediana 37 años. Aislamiento más frecuente K. pneumoniae (45,9%), seguido por E. coli (31,6%). 5 episodios fueron polimicrobianos. Sensibilidad a imipenem (IMP) 100%; a meropenem (MEM) 97,4%; a TZP 60,5%.
De los 37 episodios, 20 (54%) recibieron TE con IMP o MEM (G 1) y 17 (46%) recibieron TZP (G 2). El TE fue adecuado en el 100% del grupo 1 y en el 35,5% del grupo 2. El 20% del G1 y 23,5% del G2 presentaron shock, y fallecieron 3 pacientes en cada grupo, representando un 15% y 17,6% para G1 y G2, respectivamente.
Al analizar a la cohorte en relación a la variable de mortalidad (tabla), solo el shock presentó un estadístico exacto de Fisher con significación estadística (p 0,013). En tanto, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en relación al TE.
Conclusiones:
En nuestra cohorte de estudio no se halló diferencia estadísticamente significativa entre el tratamiento empírico con TZP o CRB y la evolución de la bacteriemia. Al analizar la variable de mortalidad solo la presencia de shock presentó significación estadística (p 0,013).