Introducción:
Las infecciones transmisibles sexualmente (ITS) son un motivo frecuente de consulta. Además de las ITS clásicas prevalentes (sífilis, gonorrea, HPV y tricomoniasis), deben ser contempladas nuevas formas de presentación y reemergencias de infecciones menos frecuentes. Una de ellas es el Linfogranuloma Venéreo, producido por cepas del biovar LGV de Chlamydia trachomatis (genotipos L1, L2, L3 y sus variantes). En Europa y Estados Unidos se ha reportado un aumento de Linfogranuloma Venéreo en hombres que tiene sexo con hombres (HSH) -principalmente infectados por HIV- con manifestaciones anorrectales leves, moderadas o graves. Ante la falta de datos a nivel local, se diseñó un protocolo para detectar y genotipificar C. trachomatis en pacientes con proctitis infecciosa.
Materiales y Métodos:
El estudio fue observacional, transversal, analítico y multicéntrico. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años con proctitis infecciosa atendidos en un centro público y otro privado que consultaron entre el 31/8/2017 y el 31/08/2018. Se excluyeron aquellos con enfermedad inflamatoria intestinal y los que recibieron radioterapia pelviana. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética y los pacientes firmaron un consentimiento informado. Se tomaron muestras de hisopado anal y se realizó la detección de C. trachomatis mediante Nested PCR, con genotipificación de las muestras positivas mediante PCR-RFLP.
Resultados:
Se incorporaron 89 pacientes (81 hombres, 5 mujeres trans y 3 mujeres), en 44 (49,44%) se detectó C. trachomatis. Todos ellos (42 HSH y 2 mujeres trans) refirieron practicar sexo anal u oral receptivo no protegido. En 38/44 (86,36%) se detectó el biovar LGV (principalmente genotipos L2: 26,3% y L2b: 52,6%). Todos los pacientes con Linfogranuloma Venéreo eran HSH, con una mediana de edad de 36 años. El 86,84% tenía infección por HIV (versus 75,28% del total estudiado), y se encontraba en tratamiento antirretroviral. La coinfección con otras ITS fue del 38,63%, prevaleciendo HPV, gonococcia y sífilis. La mayoría de las consultas se debieron a: proctorragia, pujo, tenesmo, proctalgia y secreción anal. Las manifestaciones clínicas fueron variadas: proctitis, úlcera perianal, tumor endoanal/rectal y absceso/fístula. Las proctitis con infección por cepas de C. trachomatis del biovar LGV fueron moderadas a graves en un 62%.
La mediana de tiempo de evolución hasta el diagnóstico fue de 21 días. Los casos más prolongados correspondieron a cuadros clínicos y endoscópicos más graves.
La duración del tratamiento antibiótico se adecuó al biovar involucrado. Todos los pacientes respondieron favorablemente; las dos fístulas perianales requirieron resolución quirúrgica adicional.
Conclusiones:
Se detectó un brote de Linfogranuloma Venéreo con manifestaciones anorrectales, principalmente en HSH HIV positivos. La proctitis, úlceras y fístulas son manifestaciones inespecíficas; sólo una anamnesis minuciosa permite presumir una ITS como agente causal. La tipificación en caso de detección de C. trachomatis, resulta indispensable para definir el tratamiento y cortar la cadena de transmisión.