Introducción:
El Chagas congénito es una de las infecciones neonatales más frecuentes en Argentina.
La transmisión vertical de la madre al niño se produce durante el embarazo, con cifras variables según el área geográfica y datos que oscilan entre 0,13% y 17%. La OPS estimó una transmisión vertical global para América Latina del 1,33%. En nuestro hospital es de 13.8%.
Más de la mitad de los niños con enfermedad de Chagas congénita son asintomáticos. En los sintomáticos la clínica es variable; el bajo peso y la hepatoesplenomegalia son las manifestaciones más frecuentes; también puede afectar el miocardio pero en menor frecuencia El compromiso neurológico con calcificaciones cerebrales es infrecuente. No existen datos estadísticos en relación con la incidencia del compromiso del SNC con calcificaciones en la enfermedad congénita.
Se presenta un RN con hidrops fetalis y compromiso neurológico con calcificaciones cerebrales.
Caso clínico:
Recién nacido pretérmino, con alto peso para la edad gestacional (29 semanas/1700 gr), apgar 1/3/7. Diagnóstico de hidrops fetal durante el embarazo. Producto de un embarazo con escasos controles, madre con serología para chagas por 2 métodos (HAI y CMIA) positiva. Resto de serologías negativas.
Presenta asfixia perinatal, por lo que requiere asistencia respiratoria mecánica en sala de partos. Presenta edema en miembros superiores e inferiores, ascitis y por ecografía cerebral se constata dilatación ventricular y derrame pericárdico leve.
Dado el antecedente materno se solicita parasitemia para Chagas al neonato. Al obtenerse resultado positivo, se inicia tratamiento con benznidazol alcanzando una dosis de 7 mg/kg por 60 días. Se realizaron 2 parasitemias intratratamiento que resultaron negativas.
Para evaluación de secuelas neurológicas (hipoxia), se solicita Tomografía axial computada de cerebro en donde se observan calcificaciones. Dado el hallazgo y con serología negativa materna para toxoplasmosis se decide descartar citomegalovirus, se solicita viruria, la cual fue negativa, descartando infección congénita por CMV.
Presenta buena evolución clínica por lo que es dado de alta con seguimiento infectológico.
Conclusiones:
El compromiso del SNC con calcificaciones cerebrales por la enfermedad de Chagas es infrecuente, pero debe considerarse en los niños con infección congénita.
La enfermedad de Chagas debe incluirse entre los diagnósticos diferenciales de hidrops fetalis y de calcificaciones cerebrales en los RN. Los niños que nacen infectados tienen una curación cercana al 100% si el tratamiento se establece dentro del primer año de vida, por lo cual es fundamental fortalecer la pesquisa en la embarazada y el recién nacido.