Introducción:
En el año 2010 se documentó el primer brote de enterobacterias portadoras de KPC en Buenos Aires. A la fecha, existen varios tipos de Enterobacterias portadoras de carbapenemasas (EPC) circulando y su aislamiento es cada vez más frecuente. También lo es el uso de colistín (COL) para el tratamiento de las infecciones causadas por estos gérmenes. Los métodos automatizados utilizados de rutina en el laboratorio clínico para la determinación de sensibilidad a COL no son aceptables por producir errores “very mayor” y no ser capaces de detectar la heteroresistencia. Los principales gérmenes que tienen problemas para la determinación de la sensibilidad por estos métodos son Acinetobacter spp, Pseudomonas spp y Enterobacter spp.
Objetivo:
Describir la sensibilidad a COL en EPC determinada por sistema automatizado (Phoenix BD) y E-test compararla con métodos aceptados por el laboratorio de referencia (predifusión y COL spot).
Materiales y Métodos:
Se estudiaron cepas EPC aisladas de infecciones durante un período de 9 meses durante el año 2018.
Para determinar fenotípicamente la carbapenemasa se usó Carba Blue, discos combinados (Britania) y sinergia con discos entre carbapenemes con ácido borónico y EDTA. Todas las carbapenemasas fueron confirmadas por PCR y/o Inmunocromatografía (Carbabrit). A las cepas de Escherichia coli se realizó además PCR y secuenciación para el gen mcr-1.
A todas las EPC se les realizó la sensibilidad a COL por Phoenix (BD), método epsilométrico (Liofilchem), método de predifusión con tabletas (Neosensitabs) y a las primeras 26 cepas COL spot. A las cepas que produjeron errores “very mayor” con Liofilchem se les probó además E-test (Biomerieux).
Resultados:
Se aislaron 34 EPC. 28 K. penumoniae, 3 E coli, 2 de tribu Proteae y 1 E. cloacae. Todas las cepas portaban KPC excepto una Providencia sp. y una K. pneumoniae con OXA-163 y una E. coli, que además de KPC tenía OXA-163.
17 ECP fueron aisladas de hemocultivo, 7 de orina, 7 de materiales quirúrgicos, 2 de LCR, y 1 de BAL. Ningún aislamiento de E. coli fue positivo para el gen mcr-1.
En todos los casos la sensibilidad determinada por predifusión fue congruente con Phoenix y por COL spot. En tres cepas se encontró discrepancias (error very mayor) entre estas metodologías y el método epsilométrico de Liofilchem. Estas cepas fueron evaluadas por E-test (biomerieux) resultando sensibles.
Conclusiones:
Observamos que para EPC no había diferencia entre el resultado por Phoenix y los métodos sugeridos por el laboratorio de referencia. Generalmente la información de Phoenix es previa a la predifusión, por ende el resultado de este trabajo nos respalda a la hora informar presuntivamente la sensibilidad a COL en EPC para un paciente grave. Se requiere más estudios para concluir en la utilidad de métodos automatizados. En lo que respecta a nuestro laboratorio continuamos haciendo predifusión en paralelo.