Introducción:
El primer caso de la enfermedad se diagnosticó el 7 de octubre de 2020 en este municipio rural de 1825 km.2 con 8869 habitantes de los cuales 7725 residen en la ciudad cabecera. A medida que aumentaron los casos y fue transcurriendo el tiempo, numerosas personas que habían padecido la enfermedad manifestaban que no se habían recuperado completamente.
Objetivos:
Establecer la prevalencia de los distintos síntomas asociados al COVID-19 prolongado para poder diseñar desde la Secretaría de Salud estrategias para atender las demandas que originan.
Materiales y Métodos:
Se desarrolló un estudio descriptivo transversal a través de una encuesta en formulario Google que fue enviada a todos los números de teléfonos disponibles en la Base de Rastreo de quienes habían padecido la enfermedad entre el 7/10/2020 y el 31/12/2021. La Sección 1 contenía preguntas sobre datos personales, comorbilidades, fecha de diagnóstico y de alta de la COVID-19, atención ambulatoria/internación/ Cuidados Intensivos (UCI) con/sin asistencia respiratoria, antecedentes de vacunación específica. La sección 2 está referida a manifestaciones post enfermedad por aparato/sistema. Se compararon ciertos datos con tablas de contingencia tratadas estadísticamente con la prueba de Chi Cuadrado y el Coeficiente de Cramer.
Resultados:
De un universo de 1401 pacientes, fueron contestadas 516 encuestas. En ellas se observó que las secuelas más frecuentes (calculadas en porcentaje sobre el total de 516 casos) fueron: fatiga (25%) mialgias y artralgias (30%) intolerancia al ejercicio (20%), y variadas alteraciones del área neurocognitiva (42%). Además, se compararon a través del estadístico Chi Cuadrado la relación entre la gravedad del cuadro clínico agudo, la presencia o no de comorbilidades y el desarrollo de Covid-19 prolongado. En ambos casos se estableció dependencia entre las variables, pero al aplicar el coeficiente de Cramer se determinó que esta relación era extremadamente débil.
Discusión / Conclusiones:
En primer término, al observar las enfermedades preexistentes, resulta evidente la necesidad de establecer programas de prevención de sobrepeso, diabetes e hipertensión. Luego, teniendo en cuenta que sólo el 51,3% de los encuestados se había realizado un chequeo postcovid , se les envió mensajes telefónicos sugiriendo la necesidad de solicitar un turno médico. Se determinó la necesidad de organizar un servicio de evaluación neurocognitiva para los pacientes más afectados, ya que es necesario detectar precozmente estos trastornos. Si bien no fue el objetivo primario de esta investigación, creemos que es necesario un estudio más profundo de las historias clínicas de los afectados y una escala para evaluar la seriedad de las secuelas de la enfermedad, para determinar en cuánto impacta la gravedad del cuadro clínico y la presencia de comorbilidades en el desarrollo del síndrome de COVID-19 prolongado.