INTRODUCCION
No hay muchos datos sobre conocimiento, comportamiento, dificultades y sensaciones de los profesionales de la salud en relación con la solicitud de pruebas diagnósticas de la infección por VIH y la comunicación de resultados.
MATERIAL Y METODOS
Se realizó una encuesta anónima on line durante noviembre y diciembre de 2017 entre médicos de Argentina relacionada al conocimiento y a las dificultades relacionadas al testeo de VIH. Los datos se recolectaron a través de Google Forms
RESULTADOS
Se completaron 257 encuestas. Los respondedores fueron: Mujeres 64,6%. Edad promedio: 42 años. 52% de CABA y 43,2 de Provincia de Buenos Aires Tiempo promedio desde graduación: 15,75 años. 28,8% trabajan en el sector público, 30,7 en el privado y 40,5 en ambos. Medicina interna (31,1%), Pediatría (14,8%) y Cardiología (8,2%) fueron las especialidades más frecuentes. 65,7% médicos de planta, 24,2% residentes/concurrentes, 10,1% jefes de sus unidades o servicios.
Para el 71,1%, el contacto heterosexual es la forma más frecuente de transmisión del VIH, 19,9% HSH, 5,9% usuarios de drogas intravenosas, 2% vertical and 1,2% transfusión de sangre/hemoderivados. 25% consignaron que “siempre” hablan con sus pacientes sobre sus historia y prácticas sexuales, 48,8% frecuentemente, 21,9% a veces, 11% nunca. Las prácticas de riesgo más importantes para la adquisición del VIH fueron: promiscuidad (68,5%), cualquier tipo de relación sexual (65%), uso de drogas IV (52,1%), otra ITS (45,5%), HSH (25,3%) y MSM 15,6%
En enero de 2017, fue reglamentado que no era necesaria una orden médica para la solicitud de test de VIH. Sin embargo, 35,8% de los encuestados contestaron lo contrario.
El 53,8% de los encuestados solicita la serología a los pacientes con “factores de riesgo” y 31,6% a todos los pacientes. En los últimos 6 meses, 29,3% solicitó >20 tests, 16,4% 10-20, 12,1% 5-10 y 14,8% ninguno.
Obstáculos para la solicitud del test: dificultades en la obtención del consentimiento informado 39,7%, otros asuntos más urgentes en la consulta 29,2%, incomodidad al comunicar los resultados 21,8%, falta de tiempo 14%, dificultades en la obtención de resultados 10,1%.
60,9% contestó que el resultado del test de HIV test debe ser entregado al paciente por el medico solicitante, 16,4% por el laboratorio, 16,4% “de acuerdo al resultado”, 4,7% por un infectólogo y 1,2% por un grupo multidisciplinario entrenado.
EL 51,8% de los encuestados comunicaron alguna vez en resultado de VIH positivo. Ante la solicitud de 3 palabras que mejor describieran sus sensaciones ante la entrega de un resultado positivo: tristeza, incomodidad, angustia, responsabilidad, incertidumbre, compromiso, miedo, contención ansiedad, enojo, responsabilidad y compromiso fueron las más frecuentes en ese orden.
CONCLUSIONES
Ordenar un test diagnóstico de infección por VIH todavía es problemático para muchos trabajadores de la salud. Falta de adecuado conocimiento y actualización, poca confianza personal y contención insuficiente conspiran contra el testeo universal de VIH. Son necesarios más esfuerzos para educar y apoyar a los médicos en ésta tarea.