Introducción:
La dermatitis infectiva (DI) es un síndrome caracterizado por eczemas repetidos, rinorrea crónica e infección cutánea causada por Staphyloccocus aureus y Streptoccocus pyogenes, de curso crónico y recidivante, a pesar de recibir un tratamiento antibiótico adecuado. El Virus Linfotrópico T Humano Tipo 1 (HTLV-1) es un retrovirus endémico en países de Sudamérica como Paraguay, Perú, Bolivia, Colombia y el Noroeste argentino. Se trasmite por via parenteral, sexual y de madre a hijo (preferencialmente por lactancia) y es causante de una mielopatía crónica y de la Leucemia/Linfoma a Células T del Adulto (ATL). Se ha reportado que cargas provirales elevadas de HTLV-1 favorecen el desarrollo de este síndrome debido al perfil th1 inflamatorio que produce y que estos pacientes presentan mayor riesgo de desarrollar sus enfermedades asociadas.
Resumen clínico:
Presentamos el caso de un niño de 12 años nacido en Paraguay que consultó por primera vez un servicio de alergia de CABA en julio 2016 por urticaria, eccema y sobreinfección. Las pruebas de laboratorio y cutáneas fueron negativas para enfermedad alérgica y se descartó una dermatitis atópica severa. Presentaba examen de orina y hemograma normal sin esosinofilia ni anemia y, eritrosedimentación de 15. El paciente siguió presentando eccema exudativo y costroso en pliegues, cuero cabelludo, cara (con predominio periorificial), pabellón auricular, erupción papular generalizada, urticaria y sobreinfección. Se sospecha una DI. Se descartó HIV y otras inmunodeficiencias. El paciente mejoró con antibioticoterapia pero presentó recidivas con peor evolución al suspender o bajar la dosis. Entonces en septiembre de 2016 se sospechó y fue confirmada la infección por HTLV-1, serológica (ELISA, Bioars) y molecularmente (n-PCR in house). La carga proviral determinó 11,56 copias virales/100 PBMC por qPCR. Su madre resultó HTLV-1 seropositiva. Se cumplían los criterios diagnósticos de DI asociada a HTLV-1 de La Granade, quien describió a la DI como un marcador temprano de infección por HTLV-1. El paciente lleva un año con tratamiento prolongado de trimetoprima sulfametoxazol (320 mg día) alternando con ciclos de 10 días de clindamicina 300 mg cada 8 hs al presentar un brote intra-tratamiento. Se indicó ácido salicílico y coaltar en cuero cabelludo y betametasona en lesiones más pruriginosas del cuerpo. Se baña días alternos con jabón de clorhexidina y se humecta toda la piel. El paciente evoluciona favorablemente.
Conclusiones:
Se debe considerar la infección por HTLV-1 en todos los casos con sospecha de DI que presentan eccema crónico severo y falta de respuesta al tratamiento antibiótico. Además, es necesario monitorear el posible desarrollo de ATL, de mayor incidencia en casos con DI. Es recomendable que un equipo multidisciplinario (infectólogos, dermatólogos, neurólogos, hematólogos) realice el seguimiento de estos niños a largo plazo. Otras alteraciones cutáneas, como xerosis, acompañadas o no de sequedad de mucosas (xeroftalmia y xerostomía) son también comúnmente descritas en adultos con HTLV-1.