Introducción:
La histoplasmosis es una micosis sistémica endémica causada por el hongo dimórfico Histoplasma capsulatum. Está frecuentemente asociada a personas inmunocomprometidas, sobre todo en aquellos con VIH/SIDA, constituyendo la segunda micosis oportunista que genera el mayor número de muertes en éstos. Llegar al diagnóstico de histoplasmosis muchas veces representa un desafío; el método “gold estándar” es el aislamiento del hongo a partir de muestras clínicas y su posterior identificación fenotípica, se necesita personal entrenado, puede llevar semanas (hasta 40 días), y es positivo en solo un 50-70% de los casos. Los métodos serológicos que detectan anticuerpos específicos contra H. capsulatum, frecuentemente resultan en falsos positivos en pacientes con VIH/SIDA. El enzimo-inmunoensayo (EIA) Platelia Aspergillus es comúnmente utilizado para el diagnóstico de aspergilosis invasiva y presenta reacciones cruzadas con otras especies fúngicas; frecuentemente con H. capsulatum. Este hecho resulta interesante en el diagnóstico de histoplasmosis diseminada sobre todo en pacientes VIH/SIDA, los cuales presentan una baja incidencia de aspergilosis invasiva comparada con la de receptores de trasplantes o enfermos onco-hematológicos.
Resumen:
Paciente de 30 años, con diagnostico reciente de VIH; carga viral basal de 3.130 copias (3.5 log), recuento de células CD4+ de 479/µL (12%), bajo tratamiento con antirretrovirales (HAART), ingresa en septiembre de 2017 con diagnostico de Linfoma de Burkitt, masa tumoral en región lateral del cuello abscedada y neumonía aguda de la comunidad. Se realiza remoción quirúrgica con aislamientos positivos para Serratia marcesens KPC, Enterococcus faecalis, Streptococcus mitis. Inicia quimioterapia y profilaxis con trimetroprima-sulfametoxazol, aciclovir y fluconazol, presentando neutropenia febril con infección asociada a catéter por Staphylococcus hominis e infiltrados pulmonares. Se solicitaron análisis micológicos en muestra de ganglio linfático y hemocultivo resultando ambos negativos, y dosaje de antígeno galactomanano en muestras de suero pareadas que presentaron un índice de 0.49 y 0.70. Se considera evaluar el resultado de galactomanano positivo como reacción cruzada con H. capsulatum, solicitándose PCR HcP100 en sangre entera, serología para H. capsulatum y hemocultivo por lisis-centrifugación. Solo la PCR fue positiva observándose una banda de amplificación compatible con el fragmento específico del gen HcP100 de H. capsulatum, confirmando el diagnóstico de histoplasmosis diseminada. Se inició tratamiento antifúngico con itraconazol, continuándose con esquema quimioterápico. En diciembre de 2017 presenta shock séptico por Klebsiella pneumoniae KPC, con mucositis severa en cavidad bucal. Los controles micológicos realizados durante ese periodo; PCR HcP100, serología y antígeno galactomanano fueron negativos. Completa seis ciclos de quimioterapia, continuando tratamiento con itraconazol y buena adherencia al HAART (cargas virales indetectables). En enero de 2019 inicia segundo ciclo de quimioterapia, con controles de antígeno galactomanano negativos hasta la fecha.
Conclusión:
La existencia de reacciones positivas para el antígeno galactomanano útiles en el diagnóstico de aspergilosis invasiva pueden ser sugerentes de la existencia de otras micosis invasivas como la histoplasmosis diseminada, particularmente en pacientes VIH/SIDA que viven en zonas endémicas para H. capsulatum. Es de destacar la importancia de la técnica de PCR para el diagnóstico de histoplasmosis, que en este caso permitió establecer un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Palabras claves:
Histoplasmosis, Galactomanano, SIDA.