Citomegalovirus y Varicela zoster virus, pertenecen a la familia herpesviridae y producen infecciones latentes que pueden reactivarse en sujetos inmunocomprometidos. En los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) la reactivación de los herpesvirus es una causa importante de morbimortalidad, debido a la frecuencia de formas diseminadas graves con compromiso visceral. CMV puede manifestarse con fiebre, leucopenia, compromiso visceral, neumonitis, hepatitis, encefalitis, coriorretinitis y compromiso del tubo digestivo (esofagitis, colitis) y raramente con lesiones cutáneas.
Caso clínico: Mujer de 52 años de edad con diagnóstico de infección por VIH en 1999 bajo tratamiento antirretroviral con zidovudina, lamivudina, atazanavir y ritonavir. Antecedentes de toxoplasmosis cerebral y adenocarcinoma de pulmón de reciente diagnostico. ingresó a una unidad de internación por desnutrición y mal estado general. Evolucionó fiebre, vómitos, diarrea y lesiones cutáneas diseminadas caracterizadas por exantema generalizado con maculo pápulo vesículo costras y enantema con escasas vesículas en paladar duro. El recuento de linfocitos T CD4+ fue de 5 cel/μL (2%). Se realizaron tomas de muestras de biopsia de las lesiones cutáneas cuyo informe histopatológico mostró epidermis con paraqueratosis, acantosis y presencia de vesícula conteniendo neutrófilos y queratinocitos sueltos con núcleos en vidrio esmerilado y algunos multinucleados. Dermis con discreto infiltrado linfocitario disperso, hallazgos morfológicos compatibles con infección por herpes virus. La detección del genoma de herpes virus por técnica de PCR resultó positiva para CMV y VZV y negativa para HSV1-2. Se realizó punción lumbar y el examen el líquido cefaloraquídeo (LCR) fue incoloro, límpido, con proteinorraquia 2,46 gr/l, glucorraquia 26 mg/dl, 2 cel/mm3. Tinción de Ziehl-Neelsen y de Gram negativas. La PCR cualitativa para CMV en LCR fue detectable con 622 copias/ml log10 2.8 en la prueba cuantitativa. Se inició tratamiento con Ganciclovir a la dosis de 10 mg/kg/día por vía intravenosa. La paciente evolucionó de manera desfavorable, con deterioro del estado general, neumonía intrahospitalaria y óbito. Las lesiones cutáneas por CMV se manifiestan generalmente como úlceras periorales y perianales. Además se han descripto vesículas, máculas purpúricas, lesiones verrucosas en tronco, rostro y extremidades, lesiones similares al prúrigo, pápulas eritematosas y costrosas, vasculitis leucocitoclástica en extremidades inferiores e infartos digitales.
El diagnóstico de reactivación de CMV es difícil, ya que la seroprevalencia es alta y la presencia de anticuerpos anticuerpos anti-CMV no tiene valor diagnóstico en estos pacientes. Las pruebas moleculares basadas en la reacción de cadena de la polimerasa (PCR) se han convertido en una herramienta importante para la detección del genoma de herpes virus en muestras clínicas especialmente en pacientes inmunocomprometidos que pueden presentar polimorfismo en las lesiones cutáneas y formas diseminadas con afección del SNC y múltiples parénquimas y permiten ademas un tratamiento temprano.