Introducción:
En Argentina se diagnostican alrededor de 6000 casos nuevos por año de infección por VIH con una incidencia de 13,5/100.000 habitantes y una prevalencia de 0,4%. Se cree que una de cada tres personas infectadas lo desconoce. Un 38,3% de los diagnósticos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) entre 2003 y 2014 correspondieron a la etapa sintomática de la enfermedad.
Objetivo:
Dada la alta proporción de diagnósticos tardíos en nuestro medio, nuestro objetivo es describir los aspectos clínicos y epidemiológicos de los pacientes diagnosticados en contexto de internación en un centro de referencia.
Materiales y métodos:
Estudio retrospectivo, descriptivo. Se revisaron historias clínicas de adultos con diagnóstico de infección por VIH en contexto de internación entre marzo 2016 y febrero 2017. Se analizaron las características epidemiológicas, clínicas y de laboratorio, así como la adherencia al seguimiento. Las variables cualitativas se expresan en proporciones y porcentajes y las cuantitativas en media, mediana y rango.
Resultados:
Se diagnosticaron 34 infecciones, 22 varones, 9 mujeres y 3 mujeres trans; 32% eran hombres que tienen sexo con hombres. La media de edad fue de 38 años (rango 19-67 años), con un 21% de mayores de 50 años. El 24% era inmigrante, un 25% residía en la CABA, un 80% no completó la educación media y un 88% no tenía trabajo formal. El 47% refirió abuso de sustancias. Al menos 13 pacientes habían consultado por condiciones asociadas al VIH, infecciones de transmisión sexual o tenían una pareja que se conocía seropositiva. Un 59% había consultado previamente por síntomas asociados al motivo de internación. Los motivos de internación incluyeron síndrome retroviral agudo (3/34), patología infecciosa no marcadora (5/34) y enfermedades marcadoras de SIDA (26/34), principalmente enfermedad por micobacterias (42%), neumocistosis (35%) y candidiasis esofágica (27%). Un 44% tuvo más de una patología oportunista. La mediana de linfocitos T CD4 fue de 52 células/mm3 (rango 5-763 células/mm3). El diagnóstico fue tardío (enfermedad sintomática o
Conclusión:
En línea con el conocimiento actual, observamos que el diagnóstico tardío de VIH se asocia a elevada morbimortalidad, internación prolongada y necesidad de cuidados críticos, derivando en gastos evitables para el sistema de salud. Múltiples determinantes sociales y de accesibilidad pueden explicar esta demora en el diagnóstico. Se requieren estudios prospectivos en nuestro medio que evalúen las oportunidades perdidas para un diagnóstico oportuno y ayuden a dirigir medidas de gestión.