INTRODUCCIÓN:
La paracoccidioidomicosis (PCM), es una micosis sistémica endémica producida por hongos dimorfos del género Paracoccidioides. Es endémica en áreas tropicales y subtropicales de América Latina, siendo Brasil el país con mayor incidencia.
Ocasionalmente se manifiesta en pacientes VIH-SIDA, si bien esta asociación es infrecuente.
Presentamos el caso de una paciente con PCM diseminada como primera manifestación de VIH-SIDA.
CASO CLÍNICO:
Mujer de 48 años, oriunda de Buenos Aires, viaje reciente a Chaco (Argentina), sin otros antecedentes conocidos. Consulta por síndrome de impregnación y fiebre de cinco meses de evolución asociado a exantema eritematoso, maculopapular con escamas blanquecinas y adherentes en rostro y extremidades.
Se realiza Serología para VIH, que resulta positiva.Carga viral: 232.000 copias/ml, CD4: 68 células (9%). Sospechando patología oportunista asociada, se escarifican lesiones cutáneas, evidenciándose en el examen directo con coloración de Giemsa levaduras esféricas multibrotantes compatibles con Paracoccidioide spp. El cultivo micológico resultó positivo para el mismo agente, la Serología fue negativa. Se interpreta el cuadro como PCM diseminada, se inicia tratamiento con itraconazol y tratamiento antirretroviral. Evolucionó favorablemente, continuando seguimiento ambulatorio.
DISCUSIÓN:
La PCM no es una patología oportunista clásicamente asociada al VIH-sida, y son pocos los casos de coinfección comunicados en la literatura, alcanzando un 30% de mortalidad en quienes la padecen.
La PCM en el paciente VIH-sida se caracteriza por el solapamiento de la forma infantojuvenil con fiebre, mal estar general, pérdida de peso,hepatoesplenomegalia, linfadenopatías generalizadas, con la crónica, con compromiso pulmonar, mucocutáneo, suprarrenal, óseo o cerebral, siendo mayor el compromiso cutáneo sin compromiso mucoso, respecto de pacientes VIH negativos.
El diagnóstico de PCM se realiza por la observación de la levadura multibrotante en el examen microscópico directo, o con coloraciones de Giemsa o Grocott de diferentes muestras clínicas, escarificación de lesiones cutáneas,examen histopatológico y/o aislamiento en cultivo micológico.
Dentro de los métodos diagnósticos indirectos, la detección de anticuerpos específicos no supera el 50% de sensibilidad en pacientes VIH-sida.
Criptococosis,histoplasmosis,leishmaniasis mucocutánea y tuberculosis, entre otros, son los principales diagnósticos diferenciales a tener en cuenta.
El tratamiento suele ser prolongado, siendo de primera línea el itraconazol. Esquemas como trimetoprima-sulfametoxazol, o Anfotericina B doxicolato, son de elección en caso de interacciones farmacológicas, edad del paciente, compromiso del SNC o gravedad.
CONCLUSIÓN:
A pesar de su menor frecuencia en pacientes VIH positivos,la Paracoccidioidomicosis debe ser considerada como enfermedad oportunista en pacientes residentes o con viajes a zonas endémicas de esta patología.