Introducción:
La tiña del cuero cabelludo (TCC) es una infección micótica frecuente en pediatría, causada por dermatofitos de los géneros Microsporum y Trichophyton. Se han identificado factores ambientales y específicos del huésped que están relacionados con su desarrollo y etiología. La confirmación del agente causal se realiza mediante el examen microscópico directo y cultivo lo cual permite orientar el tratamiento antifúngico. La terbinafina es una alternativa eficaz a la griseofulvina contra la TCC por T. tonsurans (TT)
Objetivos:
Analizar los resultados de los estudios micológicos de pacientes pediátricos con TCC y la distribución de especies de dermatofitos
Materiales y métodos:
Estudio retrospectivo, observacional y transversal. Se incluyeron en el estudio los resultados de los estudios micológicos realizados a 177 pacientes pediátricos con lesiones en cuero cabelludo compatibles con infección fúngica entre abril 2021 hasta septiembre 2022 inclusive, con cultivos positivos para dermatofitos.
Resultados:
Microsporum canis (MC) prevaleció en el 65% de los aislamientos (109/177). Durante el año 2021 hasta abril del 2022 en 97 pacientes, 58.1% pertenecieron al grupo etario comprendido entre 0-6 años, MC fue aislado en el 67.4% de los casos y TT en el 32.6% restante. A partir de abril del año 2022 en 80 pacientes estudiados, 51% pertenecieron al grupo etario comprendido entre 7-18 años, TT fue aislado en el 55.8% de los casos. Como dato epidemiológico estos últimos fueron varones y confirmaron la concurrencia asidua a barberías. Respecto de los exámenes microscópicos directos de las 177 muestras estudiadas con cultivos positivos el 15.6% fue negativo. En el resto de los estudios se observaron esporos (70%) y filamentos (14.4%)
Discusión / Conclusiones:
Las especies aisladas fueron MC (zoofilico) y TT (antropofilico) En el primer periodo prevaleció MC mientras que en el segundo se detectó un cambio de prevalencia de la especie. La transmisión y el consiguiente aumento de infecciones por TT en varones podría deberse al contacto directo con la piel de utensilios de peluquería insuficientemente desinfectados y a los microtraumas producidos durante el rasurado. Esta ruta de infección ya se ha observado en otros países (Muller L. et al 2020). El conocimiento del patógeno y sus vías de transmisión son fundamentales para interrumpir la cadena de infección. Los estudios con microscopia negativa y cultivo positivo refuerzan la necesidad de realizar siempre este último.