Introducción:
Los virus Influenza (Flu) son agentes causales de infección respiratoria aguda (IRA) asociados a alta morbilidad y mortalidad. Desde 2009, el virus FluA(H1N1)pdm09 se estableció como uno de los subtipos más frecuentes y anualmente sufre procesos de evolución por mecanismos de drift antigénicos que le permiten adaptarse y producir los brotes anuales característicos.
Objetivos:
Para conocer el proceso evolutivo de FluA(H1N1)pdm09, nos propusimos identificar los clados y subclados circulantes durante 6 años consecutivos en una región geográfica definida, y estimar su tasa de mutación.
Materiales y métodos:
Analizamos 46 genomas completos de FluA(H1N1)pdm09 obtenidos de pacientes con IRA, de una ciudad turística argentina entre 2015-2020. Se realizó la clasificación en clados y subclados analizando el gen hemaglutinina (HA) con la herramienta web INFINITy. Los 8 segmentos genómicos se analizaron por máxima verosimilitud (IQTree) junto a cepas vacunales y de referencia. Para el gen de la HA se realizó el análisis de coalescencia (BEAST). El proyecto fue aprobado por el Comité de Ética Institucional.
Resultados:
Detectamos 7 subclados en circulación: 6B en 2015; 6B.1en 2016 -2017; 6B.1A, 6B.1A.1 y 6B.1A.3 co-circularon en 2018; 6B.1A.5a en 2019 y 2020; 6B.1A.5a.2 en 2020. Estos grupos genéticos coinciden con los reportados en el resto del mundo; excepto por 6B.1A.3 que predominó en 2018 y fue poco reportado mundialmente. Sólo en 2017 coincidió la vacuna con el subclado circulante (6B.1). La tasa de mutación estimada para el gen de la HA fue de 3,64×10˜³ s/s/a (HPD 95%: 3,16 a 4,19 ×10˜³ s/s/a).
Discusión / Conclusiones:
La evolución de FluA(H1N1)pdm09 en la región fue la esperada, resultado de un proceso de divergencia donde se acumulan mutaciones (drift) sobre los ancestros, y que se ve representado en la topología de la filogenia de los 8 segmentos genómicos donde se observa la sucesión de linajes o subclados. Se identificó un clúster regional poco descripto que amerita su estudio con mayor profundidad. Sólo en uno de los 6 años la vacuna coincidió con el subclado circulante, lo que demuestra la importancia de realizar estudios de vigilancia genómica para la reformulación anual de la vacuna.