Introducción:
La reactivación de la Enfermedad de Chagas (EC) en fase crónica ha sido bien establecida en pacientes con VIH, trasplante de órgano sólido y médula ósea, pero es escasa la evidencia en aquellos con patologías reumatológicas (PR) en tratamiento inmunosupresor/inmunomodulador (TII).
Objetivos:
Describir aspectos demográficos, PR y TII en pacientes con EC. Detectar reactivación de EC.
Materiales y Métodos:
Estudio prospectivo observacional y longitudinal. Inclusión: mayores de 18 años, concurrentes a los servicios de Reumatología y Clínica Médica desde enero a diciembre de 2018, con diagnóstico de EC (definida por al menos dos de tres técnicas serológicas: ELISA, IFI y HAI) y PR con drogas antirreumáticas modificadoras de enfermedad (DARME) clásicos (hidroxicloroquina, metotrexate, leflunomida y azatioprina), sintéticos, biológicos (Anti-TNF, inhibidor JAK, Anti-CTLA4) y/o corticoterapia (CTC) previo a su inicio o ya en tratamiento. Exclusión: Chagas agudo, inmunosupresión por otra causa. Variables: demográficas, PR, TII, afectación clínica (por anamnesis) y cardiológica (trastornos de la conducción por ECG y/o de la contractilidad por ecocardiograma), Strout, PCR y cuantificación de niveles de anticuerpos. Cada paciente fue evaluado en al menos 2 oportunidades en un lapso de 3 meses, con seguimiento a los 6 meses. Reactivación: parásitos en sangre detectados por Strout y/o PCR con o sin signosintomatología, ante inmunosupresión. Tratamiento según normas nacionales de Argentina y seguimiento semanal con Strout y PCR hasta obtener 2 resultados negativos. Análisis estadístico descriptivo.
Resultados:
De 700 pacientes en seguimiento, se identificaron 33 con EC y PR en TII (4,7%). 93,9% (31/33) mujeres. Edad promedio 51 años (35 – 63 años). 51% (17/33) de la provincia de Chaco. 60% (20/33) presentaron artritis reumatoidea. Los TII fueron: 30,3% DARME clásicos (10/33), 9% DARME biológicos y sintéticos (3/33), 48% DARME clásico más CTC a dosis <20 mg/día (16/33) y 12% CTC a dosis > 20 mg/día (4/33). El 18% presentó afectación cardiológica (6/33). 2/33 pacientes (6%) presentaron parasitemia: mujeres de 57 y 64 años, con cardiopatía chagásica y diagnósticos de poliangeítis microscópica y lupus eritematoso sistémico, con corticoides a dosis de 60 y 40 mg/día respectivamente. Ambas desarrollaron fiebre y astenia. A la semana del tratamiento antiparasitario, se encontraron asintomáticas, negativizaron Strout y PCR y disminuyeron títulos de anticuerpos.
Conclusión:
Se detectaron 2 pacientes con parasitemia, en contexto de dosis inmunosupresoras de corticoides al realizar el Strout y PCR de inicio, por lo tanto no podemos afirmar el diagnóstico de reactivación de la EC por definición. Sin embargo, se destaca la importancia de la búsqueda activa de parasitemia previo y durante el TII, ya que la clínica puede solaparse y los escenarios de inmunosupresión de la población con PR son muy variados. Consideramos necesaria la continuidad de nuestro trabajo con el fin de ampliar el conocimiento sobre screening, seguimiento y tratamiento oportuno.