Introducción:
Las infecciones intraabdominales pueden diferenciarse en no complicadas y complicadas, adquiridas en la comunidad o asociadas a los cuidados de la salud. Como parte de estas infecciones se encuentran las peritonitis las cuales responden a una irritación química, necrosis local, contusión directa o invasión bacteriana. Las peritonitis secundarias constituyen una causa frecuente de internación y de uso de antibioticoterapia.
Objetivos:
Conocer la epidemiología del centro y adecuar el tratamiento empírico de esta patología
Materiales y Métodos:
Retrospectivo, descriptivo, observacional, de centro único desde enero a diciembre del año 2021. Se incluyeron pacientes mayores a 16 años con peritonitis secundaria, intervención quirúrgica, envío de material a cultivo y desarrollo microbiano de bacterias aerobias. Se realizo revisión de historias clínicas. Se excluyeron peritonitis primarias, terciarias y cultivos de vía biliar. La identificación bacteriana fue realizada con espectrometría de masas MALDI-TOF (BD-Bruker Daltonic), y la concentración inhibitoria mínima (CIM) con método automatizado Phoenix(Becton, Dickinson) y método epsilométrico (MIC Test Strip, Liofilmchem) siguiendo las instrucciones del fabricante.Los puntos de corte fueron interpretados Clinical and Laboratory Standards Institute (CLSI).
Resultados:
Se analizaron 36 cultivos abdominales de 36 pacientes, 13 (36%) sexo femenino y 23 (64%) sexo masculino; media de edad de 48.8 años (16 a 74 años). Ocho pacientes (22%) requirieron internación en unidad de cuidados intensivos. Las causas fueron apendicitis aguda 22 eventos (61%), tumores 5 episodios (14%), diverticulitis 3 (8,5%), 2 (5,5%) isquemia intestinal y 4 (11%) otras causas. Se aislaron 43 bacterias aerobias (1.2 bacterias por episodio). Los microorganismos aislados se describen en la Tabla 1. La resistencia antimicrobiana se describa en la Tabla 2.
Discusión / Conclusiones:
Las recomendaciones de la Sociedad Argentina de infectologia de 2018 para peritonitis secundarias proponen la utilización de aminoglucósidos (AMG) + metronidazol (MTZ) en casos leves en pacientes jovenes, optando por PTZ solo en casos graves. No recomienda el tratamiento empírico con ampicilina-sulbactam y ciprofloxacina para infecciones graves o con difícil control del foco por la alta tasa de resistencia. En nuestro estudio, E.coli fue el microorganismo prevalente con una resistencia mayor al 30% a AMS y 15% a ciprofloxacina. Un solo aislamiento presentó betalactamasa de espectro extendido (BLEE). En la institución se utiliza como tratamiento empírico piperacilina- tazobactam independientemente de la gravedad del cuadro y la condición del paciente. Los resultados del trabajo nos llevan a reconsiderar el tratamiento empírico en los casos leves pudiendo optar por la utilización de aminoglucósidos + metronidazol, reservando los betalactámicos para cuadros graves con el fin de mejorar el uso de antimicrobianos.