Introducción:
Las infecciones de la columna vertebral conforman un grupo heterogéneo de entidades. La espondilodiscitis es una de las más frecuentes, se produce, habitualmente, por diseminación hematógena para posteriormente afectar estructuras adyacentes. Clásicamente es provocada por Staphylococcus aureus y Streptococcus spp y raramente por otros agentes. Presentamos un caso de enfermedad invasiva grave por Neisseria oralis.
Resumen clínico, exámenes complementarios y discusión:
Hombre de 81 a que consulto a otro centro por lumbalgia bilateral irradiada a miembros inferiores; se le realizó RMI que informa colección en musculo iliopsoas derecho, región paravertebral, espondilitis de L4-L5 y absceso epidural. Al ingreso a nuestro Hospital presentaba fiebre, excitación psicomotriz y signos meningeos. Laboratorio de ingreso: leucocitos: 13.500 cel/mm3; hematocrito: 42, hemoglobina: 14.2; plaquetas: 449.000 cel/mm3; ERS: 125; Na: 133; K: 3,3; Cr: 1,36; ClCr.:48 ml/min.; LDH: 221; FAL: 309; PCR: > 16.000 mg/dl (VN: < 0.8 mg/dl). Se realiza hemilaminectomia derecha y drenaje de absceso epidural y al día siguiente drenaje del absceso de las iliopsoas mediante punción. No se pudo realizar punción lumbar. En muestras de absceso epidural, iliopsoas y de columna se aísla Neisseria oralis (CIM cefotaxime 0,064 mcg/ml; CIM penicilina: 0,5 mcg/ml). Los hemocultivos fueron negativos. Ecocardiograma transesofágico: sin evidencias de endocarditis. Completó tratamiento con ceftriaxona IV durante 6 semanas con evolución favorable.
Conclusión:
Neisseria oralis, al igual que otras especies de Neisseria spp, es un comensal habitual de la cavidad oral. Clásicamente no provoca enfermedad, y esto se debe a la ausencia de factores de virulencia presentes en especies patógenas (Neisseria gonorrheae y meningitidis ). Neisseria oralis ha sido responsable raramente de infecciones invasivas, aunque, algunos atribuidos a Neisseria mucosa corresponderían a Neisseria oralis, de acuerdo a datos de estudios genómicos. Nuestro caso presento afectación de columna y estructuras adyacentes sin poder demostrar presencia de bacteriemia o foco endovascular que lo explique. Alertamos a que si bien habitualmente son comensales en raras ocasiones pueden producir enfermedad invasiva grave.