Introducción
A pesar de la baja frecuencia de infecciones bacterianas asociadas al COVID-19 la prevalencia descrita de uso de antibióticos (ATB) empíricos es de 70 a 90%.
Objetivos
El objetivo del estudio fue evaluar el efecto de la implementación de un programa de optimización de antimicrobianos dirigido a pacientes con COVID-19 (PROA-COVID).
Material y Métodos
Estudio prospectivo de serie de tiempo interrumpida. El PROA-COVID consistió en redacción y difusión de una norma de uso de ATB, auditoría prospectiva y retroalimentación de resultados; una segunda intervención restringió el uso de ATB en COVID severo. Se evaluó prevalencia y adecuación del uso de ATB en adultos internados con COVID en la sala general en junio 2020 previo a la implementación del PROA-COVID (P0) y en tres períodos posteriores hasta junio de 2021 (P1, P2 y P3); segunda intervención entre P2 y P3. Se estimó consumo de ATB mediante DDT (días de tratamiento)/1000 pacientes-día en cada período. Se realizó estadística descriptiva y análisis bivariado con prueba chi-cuadrado, test exacto de Fisher o T de Student. Se elaboraron dos modelos de regresión con pase a unidades de cuidados críticos (UCC) y mortalidad como variables de resultado, período y severidad como variables regresoras.
Resultados
Se incluyeron 301 pacientes, 43,2% mujeres, edad media 54,2 (DE 18). Las formas clínicas moderadas-severas fueron más frecuentes en los P1, 2 y 3 (p<0,001), sin diferencias significativas en la prevalencia de factores de riesgo.
La implementación del programa mostró una disminución significativa y sostenida del uso de ATB entre los períodos (61% vs 41% vs 31,1% vs 8,1%, p<0,001), de la indicación de tratamiento antibiótico combinado con macrólidos (17,3% vs 19,2% vs 10,8% vs 1,4%, p=0,03), uso azitromicina (16% vs 1,3% vs 1,4% vs 0%, p<0,001) con un aumento en el uso adecuado (37,5% vs 46,9% vs 69,9% vs 66,6%, p=0,039). Sin diferencias en la duración del tratamiento (mediana 7 días). El consumo de ATB en DDT totales/1000 días paciente fue de: 347,9 vs 272,8 vs 134,29 vs 43,6 (p<0,001).
No hubo diferencias significativas en mortalidad (OR 0,73, IC95% 0,27-2,16, p=0,543) ni pase a UTI (OR 0,65, IC95% 0,24-1,96, p=0,417) ajustado por severidad luego de la implementación.
Conclusiones
La implementación del PROA-COVID fue una estrategia efectiva para reducir el uso de antibióticos y optimizar sus indicaciones sin impacto en la morbimortalidad, lo que destaca la importancia de su aplicación rápida y oportuna.