Introducción:
En el campo de la Microbiología Clínica, la identificación rápida y segura de los agentes infecciosos es una herramienta crucial, principalmente en infecciones severas con alta morbilidad y mortalidad asociadas. La espectrometría de masas (MS) mediante la tecnología MALDI-TOF (Matrix- assisted laser desorption/ionization time-of-flight mass spectrometry), demostró ser una metodología de identificación bacteriana rápida, confiable, específica y de bajo costo.
Objetivos:
Evaluar el impacto de la implementación de la tecnología MS en el sistema de salud público. Comparar costos y tiempo de obtención de resultados de identificación bacteriana (TOR) por MS versus métodos automatizados (MA). Estimar el ahorro anual en los laboratorios del sistema provincial de salud.
Materiales y métodos:
Se creó una red de derivación formada por 6 hospitales cabeceras coordinada por la División Bacteriología del Laboratorio de Salud Pública (LSP). Cada hospital envió los aislamientos empleando una logística ya disponible para remitir muestras al LSP. El período analizado comprende desde enero a diciembre del 2018. El costo de cada determinación por MS se estimó en base al precio de reactivos consumidos (USD)/nº de muestras procesadas. Se comparó el costo de identificación utilizando MA por Vitek 2C versus Malditof-MS. Se estimó el tiempo de obtención de resultados por ambas metodologías.
Resultados:
En el período de estudio se analizaron un total de 16.350 aislamientos. El costo de cada determinación por MS resultó en 0.5 USD versus 9.5 USD por MA. En el año se invirtió un total de 8.175 USD por MS versus 155.325 USD si se hubiera utilizado MA. El TOR por MS fue de 6 horas incluyendo la logística versus 12 horas por MA.
Discusión:
La identificación de microorganismos por MALDI-TOF se posicionó en nuestro medio rápidamente como una herramienta revolucionaria en el diagnóstico con un costo por cada muestra inferior a otros métodos de identificación bacteriana. La disponibilidad de resultados dentro de las 6 horas, permite al staff médico de cada institución implementar conductas o cambios de conductas de tratamiento con un importante impacto en los pacientes críticos. El principal desafío fue su sistematización, y el eventual desplazamiento de los métodos automatizados.