Introducción:
En materia de bioseguridad respecto al virus andes sur, de reconocida transmisibilidad interhumana, existen varios interrogantes, la transmisión por vía parenteral es una de ellas.
Descripción del caso:
Un trabajador masculino de terapia intensiva de 60 años sufrió una herida punzante en un dedo de la mano con una aguja hueca utilizada escasos segundos antes para la extracción de sangre arterial en un paciente en fase cardiopulmonar de infección confirmada por hantavirus andes sur durante el brote de Chubut 2018-2019.
El paciente presentaba al momento del accidente viremia confirmada por RT-PCR.
Al trabajador se le realizó IgG (ELISA) para hantavirus dentro de las 24hs de exposición con resultado negativo. Se realizó seguimiento clínico, se mantuvo asintomatico durante 45 días, y mediante la realización de RT-PCR en los días 2, 7, 14, 21, 28 y 35 con resultados negativos.
Durante todo el periodo de estudio el trabajador realizó aislamiento respiratorio en domicilio.
Discusión:
La exposición accidental en personal de salud al virus hanta ha sido previamente descripta así como el riesgo de adquirir la infección. Casi la totalidad de publicaciones hacen mención a la vía inhalatoria, sin embargo la vía parenteral ha sido escasamente reportada.
Ante esta falta de conocimiento es que se decidió considerar la exposición del trabajador como una situación de potencial transmisión de la enfermedad y realizar una valoración inicial con serología, que descarto exposición pasada, y seguimiento con RT-PCR, que tiene una reconocida utilidad para anticipar el desarrollo de la enfermedad.
En el contexto del brote de Chubut anticipar la enfermedad cobraba particular sentido ya que permitiría no solo abordar precozmente un potencial caso sino evitar la exposición de nuevas personas susceptibles.