Introducción:
La leishmaniasis es un conjunto de enfermedades vectoriales. La leishmaniasis cutánea (LC) se manifiesta con úlceras en rostro y extremidades. Puede reactivarse por la migración de los parásitos a la mucosa del tracto respiratorio superior provocando la leishmaniasis mucocutánea (LMC). Esto se asocia principalmente a la infección con Leishmania braziliensis. La leishmaniasis visceral (LV) es la forma más severa de la enfermedad afectando al sistema retículo-endotelial.
En Argentina, la LC es endémica en 9 provincias del norte y la LV está en activa dispersión en Misiones y Corrientes. El diagnóstico se realiza mediante cultivo, frotis, PCR o serología y el tratamiento está normatizado con el esquema terapéutico sugerido por la OMS.
Objetivo:
Realizar una evaluación de las formas clínicas y estrategias de diagnóstico de la leishmaniasis fuera del área endémica.
Materiales y métodos:
Se realizó un estudio trasversal 2015-2018 en un hospital de CABA. Se definió paciente con sospecha de LTA (leishmaniasis tegumentaria americana, LC + LMC) o LV a aquellos con lesiones sospechosas (LTA) o fiebre (LV) de más de 2 semanas de evolución con residencia actual o viaje durante el último año a zona con trasmisión activa de la enfermedad.
Se recopilaron datos epidemiológicos y clínicos.El diagnóstico se realizó por frotis de escarificación de la lesión (LTA), o médula ósea (LV), histopatología, PCR y secuenciación (gen HSP70). Se indicó tratamiento según recomendaciones de la OMS. Se expresaron las variables en frecuencias y porcentajes.
Resultados:
Se evaluaron 13 casos de LTA, 7 (53,8%) de LMC y 6 (46,2%) de LC. La mediana de edad fue de 49 (19-75) años y 61,5% del sexo masculino. En todos los casos el diagnóstico se realizó por visualización de amastigotes en frotis y solo en uno se observaron parásitos en la histopatología. La PCR fue positiva en el 69,2% de las muestras (L. braziliensis).
Los pacientes con LC provenían de Argentina (33,3%, Chaco), Bolivia, Colombia, Paraguay y África (16,7% en cada caso). Se observaron lesiones en nariz 33,3%, miembro inferior 50% y superior 16,7%. La mediana del tiempo de evolución fue de 2 (1-12) meses.
Los pacientes con LMC provenían de Argentina (42,9%, Santiago del Estero y Tucumán), Bolivia y Paraguay (28,6% en cada caso). El compromiso mucoso se observó en nariz 71,4% y cavidad oral 57,1%. La mediana del tiempo de evolución fue de 12 (3-72) meses. El 42,9% recibía tratamiento con esteroides a dosis inmunosupresoras.
El paciente con LV provenía de Misiones con fiebre de origen desconocido, sospecha de síndrome mieloproliferativo de 1 año de evolución y antecedentes de contacto con caninos enfermos. El diagnóstico se realizó por observación de amastigotes y PCR en MO.
Conclusiones:
En un área sin trasmisión vectorial se debe considerar esta parasitosis como diagnóstico diferencial en casos con lesiones no traumáticas y de evolución crónica. Los antecedentes epidemiológicos son fundamentales para la orientación diagnóstica. En nuestra población se detectó la especie L. braziliensis, resaltando el riesgo de reactivación a la forma LMC. El diagnóstico por frotis fue más eficiente y menos invasivo que la histopatológica.