Introducción:
La enfermedad de Chagas es un problema relevante de salud pública en Latinoamérica. El 30% de los individuos crónicamente infectados presentan daño cardiaco y/o digestivo. Se postula que la citocina IL-10 cumple un rol sustancial en la aparición de la cardiopatía. La disminución de sus niveles favorece el desarrollo de dicha patología por promover un estado proinflamatorio. La presencia de polimorfismos tanto en la secuencia promotora del gen de IL10 como en genes de sus proteínas reguladoras están asociados a los niveles de esta citocina.
Objetivo:
Determinar si existe asociación entre los polimorfismos funcionales del promotor del gen de la IL-10 (-1082A<G, rs1800896; -819C<T, rs1800871; -592C<A, rs1800872) y del gen SOCS3 (+930 A<G rs4969168) y la presencia de patología en pacientes con infección crónica.
Materiales y métodos:
Se realizó un estudio transversal de enero 2015 a enero 2017. Se incluyeron pacientes con infección crónica por T. cruzi (presencia de anticuerpos anti T. cruzi confirmada con 3 técnicas serológicas diferentes) con y sin patología demostrable. Se realizó ECG, placa de tórax y ETT. Se excluyeron individuos con enfermedades cardiacas previas, DBT e inmunocomprometidos.
La genotipificación de los polimorfismos del promotor del gen de la IL-10 se determinó por secuenciación convencional mientras que la del gen SOCS3 se realizó mediante PCR-RFLP.
Las variables se expresaron en frecuencias y porcentajes. El nivel de significación se consideró con p<0,05. Las asociaciones entre variables categóricas se analizaron mediante el test de Fisher y RR (riesgo relativo).
Resultados:
Se estudiaron 39 pacientes con una mediana de edad de 51.5 (22-76) años de los cuales el 58,9% eran de sexo femenino. Veintisiete pacientes eran oriundos de Argentina y 21 no presentaban patología. La frecuencia de cardiopatía fue de 41% (56,3% miocardiopatía dilatada, 43,8% arritmias) y de megacolon el 5%.
La población estudiada presentó 8 genotipos distintos en el promotor de la IL-10 (ATA, ACC, GCC, RYM, RCM, RCC, AYA y AYM) con una frecuencia de heterocigosis de 71,79%. Se detectó en 3 individuos un polimorfismo en la posición -851, poco frecuente en las secuencias de referencia. El genotipo RCC se asoció con ausencia de cardiopatía y presencia de megacolon (p<0.05). No se encontró asociación entre las 3 posibles variantes alélicas del polimorfismo de SOCS3 con la presencia de patología chagásica. La edad de >50 años se asoció con mayor riesgo de cardiopatía chagásica (RR 28, p< 0,05). Ésta fue independiente al género y lugar de procedencia.
Conclusiones:
Los estudios de asociación entre los polimorfismos funcionales encontrados con respecto a la presencia de patología cardíaca y digestiva sugieren a los genotipos como posibles marcadores de daño de órgano blanco en pacientes con infección crónica. Esto permitiría la detección precoz de la patología en pacientes asintomáticos y así reforzar el control clínico.
Asimismo la distribución de genotipos encontrada en nuestra cohorte difiere de la comunicada en las poblaciones del Cáucaso, Colombia y Brasil, por tanto, el genotipo marcador es aplicable solo en esta población.