INTRODUCCIÓN:
La sífilis es una infección de transmisión sexual cuya prevalencia a nivel mundial continúa siendo elevada. El compromiso hepático por Treponema pallidum es una de las complicaciones descriptas, tanto en la etapa secundaria como terciaria y aunque es infrecuente, puede llegar a ser extremadamente grave.
CASO CLÍNICO:
Paciente masculino 26 años HIV positivo bajo tratamiento antirretroviral efectivo, consulta por ictericia de piel y mucosas de dos semanas de evolución y lesiones eritematopapuloescamosas con bordes bien definidos diseminadas en tórax y miembros superiores, incluyendo palmas, afebril. Vacunado para hepatitis A y B, niega consumo de hepatotóxicos.
EXAMENES COMPLEMENTARIOS:
Ecografía abdominal: Sin particularidades
Laboratorio:
06/02/17 GB 4.6 (58/30), hemoglobina 11.8, hematocrito 38.3. Plaquetas 318.000, bilirrubina total 3.9 (directa 3.10), GOT 176, GPT 260, FAL 1201, VDRL: 32 DILS
13/02/17 Bilirrubina total 2.20 (directa 1.80), GOT 84, GPT 117, FAL 639, VDRL 256 DILS, CV HCV negativa.
20/02/17 GB 6.100 (52/39) hemoglobina 13.7, hematocrito 46, plaquetas 246000, bilirrubina total 1.80 (directa 1.40), GOT 63, GPT 86, FAL 353,
EVOLUCIÓN:
Por laboratorio y clínica, se diagnostica sífilis secundaria con afectación hepática y dermatológica, iniciando tratamiento con penicilina. Presenta mejoría de la sintomatología y del hepatograma.
DISCUSIÓN:
La sífilis es una enfermedad causada por Treponema pallidum. La afectación hepática está descripta en la etapa secundaria, terciaria y en la sífilis congénita. La hepatitis sifilítica aguda es un evento excepcional, con una frecuencia estimada menor al 1%- El diagnóstico histológico es poco específico y la presencia de espiroquetas en la biopsia hepática puede documentarse en la mitad de los casos La hepatitis luética, se caracteriza por un aumento muy marcado en la fosfatasa alcalina asociada a serología positiva. Hay dos variedades descriptas de esta manifestación: Hepatitis sifilítica precoz (de corta duración junto con exantema sifilítico o en su recidiva) y Hepatitis sifilítica tardía (en períodos más avanzados de la etapa secundaria, con compromiso general, fiebre, hepatoesplenomegalia y colestasis marcada, que puede evolucionar a la insuficiencia hepática.
El mecanismo fisiopatológico involucrado no está claro: se postula que tanto la invasión hepática por espiroquetas durante la fase de diseminación, mecanismo inmunológico o la combinación de ambos podrían explicarlo.
CONCLUSIÓN:
La sífilis continúa siendo una infección de transmisión sexual de alta prevalencia. La afectación sistémica durante la fase secundaria debe ser tenida en cuenta como diagnóstico diferencial en cuadros de hepatitis colestásica, especialmente en pacientes con infección crónica por HIV.