Introducción:
Las feohifomicosis, causadas por hongos negros o dematiáceos, causan diversos cuadros clínicos. Las infecciones diseminadas y letales son infrecuentes y oportunistas.
Resumen clínico, exámenes complementarios y discusión:
Se presenta el caso de un varón de 75 años con antecedentes de enfermedad coronaria e hipertiroidismo en tratamiento con metimazol 40 días antes de la internación. Ingresó por neutropenia febril. No presentaba datos positivos al examen físico. Laboratorio: Hto 19%, leucocitos 500/mm3, neutrófilos 2%, plaquetas 154000/mm3. Inició tratamiento antibiótico empírico con piperacilina/tazobactam y factor estimulante de colonias granulocito-macrófago. Al 3° día se agregó vancomicina por persistencia de la fiebre y aparición de lesión cutánea en rodilla derecha. Al 7° día esta lesión evolucionó con necrosis central. Se realizó biopsia de piel y se agregó anfotericina B por sospecha de infección micótica. El paciente evolucionó afebril. En tomografía (TAC) del 9° día de internación, coincidente con resolución de neutropenia, se observaron múltiples imágenes nodulares con áreas en vidrio esmerilado en ambos campos pulmonares. En TAC 6 días después se observó cavitación de las lesiones pulmonares y no se observaron lesiones cerebrales ni en senos paranasales. La biopsia de piel remitida a anatomía patológica mostró necrosis y se identificaron hifas tabicadas en la luz vascular. En la muestra enviada a microbiología (día 8 de anfotericina), no se obtuvo desarrollo para gérmenes comunes. En los medios de Saboraud miel (con y sin cicloheximida) y agar infusión cerebro corazón con sangre (con y sin cicloheximida), desarrolló a las 48-72 h de incubación un hongo dematiáceo, cuyo crecimiento también se observó en las placas de Agar sangre y Levine. El exámen directo del macrocultivo reveló la presencia de micelio tabicado y pigmentado, conidios curvados, de pared delgada con cuatro segmentos de color marrón, simpoidales y con septo verdadero compatibles con Curvularia sp. No se aislaron hongos en esputo. El paciente completó 35 días de tratamiento con anfotericina liposomal y luego continuó con voriconazol por vía oral presentando buena evolución a 2 meses del diagnóstico.
Conclusiones:
La agranulocitosis sólo ocurre en 0,1 a 0,5% de los pacientes tratados con metimazol. Retirado el fármaco y con tratamiento de las infecciones asociadas presentan buen pronóstico con una supervivencia mayor al 70%. Curvularia sp produce abscesos subcutáneos por inoculación traumática en inmunocompetentes e infección diseminada en inmunocomprometidos luego de ingresar por vía inhalatoria o de diseminación hematógena. La mortalidad alcanza 50-70% en los casos cerebrales y diseminados. Debido a que ambas son entidades raras no se encuentran comunicaciones de su asociación. Se requiere alta sospecha clínica para hacer una aproximación diagnóstica. En biopsias tisulares la necrosis y la ubicación intravascular de las hifas confirman la infección micótica. Consideramos que la evolución favorable de este caso corresponde al tratamiento precoz basado en la sospecha clínica de infección micótica y a la causa reversible de inmunosupresión.