Introducción:
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) extragenitales, faríngea y anorrectal, suelen ser asintomáticas y pueden ocurrir en ausencia de infección urogenital. El sitio faríngeo es un lugar favorable para la adquisición de resistencia del gonococo. Estudios muestran que la investigación urogenital solamente conlleva a un subdiagnóstico de las ITS, pasando por alto los sitios extragenitales, los cuales representan un reservorio potencial para la transmisión de estas infecciones.
Objetivos:
Investigar la incidencia de Neisseria gonorrhoeae (N.g), Chlamydia trachomatis (C.t) y Virus Papiloma Humano (VPH) en sitio genital, anorrectal y faríngeo; determinar el impacto del cribado extragenital y analizar co-infecciones y sintomatología.
Materiales y métodos:
Trabajo descriptivo, observacional, transversal y prospectivo. Se incluyeron 54 pacientes mayores de 14 años con o sin síntomas de ITS. Se realizó hisopado faríngeo, anorrectal y uretral o endocervical para investigación de N. g, hongos, parásitos y PCR para detección de N.g, C.t y VPH.
Resultados:
La media de edad fue 30 años, rango de 14 a 52. El porcentaje de positividad para al menos un microorganismo fue del 46% (n=25). Se detectó VPH en el 39% de los pacientes (28% genital; 25% extragenitales; 47% ambos). C.t en el 20% de los pacientes (10% genital; 36% extragenitales; 54% ambos) y N. g en el 5%. Tanto en HPV como en C.t se observaron diferencias significativas cuando se analizaron múltiples sitios. El 32% presentó coinfecciones y ninguno presentó síntomas extragenitales.
Discusión / Conclusiones:
Los sitios extragenitales muestran un alto porcentaje de positividad por lo que, como se documenta en la bibliografía, la investigación urogenital por sí sola no sería suficiente. En nuestro estudio el 25% de los casos de VPH y el 36% de C.t habrían quedado sin diagnosticar, si sólo se hubiera realizado el cribado urogenital . Por otro lado, el número de coinfecciones es notable, por lo que se recalca la importancia de estudiar todas las ITS, independientemente de la sintomatología presentada. De esta forma, poder diagnosticar y tratar portadores asintomáticos, para así minimizar secuelas, prevenir la transmisión y evitar la propagación de cepas resistentes.