Corynebacterium kroppenstedtii (CK) es un bacilo gram positivo no esporulado, inmóvil, fermentador de glucosa y lipofílico, que habitualmente se lo encuentra en la piel como colonizante formando parte de su microbiota. Sin embargo, en las últimas dos décadas se han reportado numerosos aislamientos de CK en distintas afecciones principalmente mamarias, tales como abscesos y mastitis granulomatosa (MG), esta última es una enfermedad inflamatoria benigna cuya etiología aun se desconoce, caracterizada por presentar nódulos eritematosos de larga evolución. Por tal motivo actualmente se considera que CK puede tener un rol patogénico en este tipo de afecciones.
En el período de un año, se estudiaron en el servicio de Bacteriología del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires cuatro aislados de CK recuperados a partir de muestras obtenidas por punción-aspiración de mama, de pacientes de sexo femenino de entre 26 y 36 años. Todas presentaban nódulos compatibles con un proceso inflamatorio o granulomatoso en una de las mamas, que no remitieron a pesar del tratamiento antibiótico empírico [Amoxicilina (AMX), amoxicilina-clavulánico (AMC) o AMC más trimetoprima sulfametoxazol (TMS)]. Tres casos fueron afecciones de larga evolución, uno de ellos con diagnóstico histopatológico de MG. El cuarto fue de evolución aguda con diagnóstico de absceso mamario. Dos tuvieron antecedentes de lactancia desde hacia mas de un año al momento de la consulta. Todas fueron intervenidas con drenaje quirúrgico y recibieron tratamiento antibiótico postoperatorio (AMC, clindamicina o minociclina) con buena evolución clínica.
Los aislados fueron identificados por metodología convencional y por Espectrometría de masas MALDI-TOF (EM) como CK. Utilizando el método epsilométrico (E test), dichos aislados presentaron sensibilidad a penicilinas, cefalosporinas de tercera generación y vancomicina, mientras que la sensibilidad a macrólidos, lincosamidas y TMS fue variable (CLSI M45. 2015; Barberis y col 2018).
Pese a su naturaleza lipofílica, la cual muchas veces dificulta su aislamiento, la EM permite establecer de manera rápida la identificación a nivel de especie del CK. El uso de esta y otras nuevas tecnologías quizás haya influenciado en el aumento de los casos reportados en la literatura. En los cuatro casos presentados, se evidenció que esta especie puede participar en procesos inflamatorios o infecciosos tanto agudos como crónicos y, aunque el drenaje quirúrgico fue primordial para la resolución de las diferentes patologías, una antibioticoterapia apropiada podría disminuir la aparición de recidivas.
Conclusiones:
Debido a la asociación de CK con la MG y con la formación de abscesos mamarios, consideramos pertinente la identificación a nivel de especie de aquellas corinebacterias que se aíslan en muestras clínicas obtenidas ya sea por punción-aspiración o por biopsia de mama. Recomendamos su aislamiento y jerarquización como posible patógeno en este contexto, ya que es indispensable para dirigir un tratamiento antibiótico eficaz.