Objetivos
Describir las características epidemiológicas, clínicas, microbiológicas y evolutivas de pacientes internados con infecciones por Staphyllococcus aureus (SA) en un hospital pediátrico.
Material y métodos
Estudio retrospectivo analítico y descriptivo. Se recolectaron los datos de la internación de las historias clínicas y se volcaron en una ficha destinada a tal fin. Los resultados se analizaron con Epi Info versión 7.2.
Resultados
Durante el período Enero 2016-Febrero 2017 se internaron 120 niños con infección documentada por SA. La mediana de edad fue de 24 meses (rango 1-204) y el 51.7% fueron varones. Se rescató el antecedente de forunculosis familiar en el 15.8% y personal en el 17.6%. El 68.3% fueron niños sanos. Las enfermedades subyacentes más frecuentes fueron cardiopatía congénita y enfermedad onco-hematológica. El 80% de las infecciones tuvo origen en la comunidad. El 95% de los pacientes presentó un foco único al ingreso, el más frecuente fue infección de piel y partes blandas (IPPB) en el 55.8 % de los casos, seguido por las infecciones osteoarticulares en el 18%. Las restantes correspondieron a infecciones endovasculares y de sitio quirúrgico. La resistencia global a meticilina fue del 70 %; para las infecciones de la comunidad fue del 78.7 % y para las intrahospitalarias del 40% con una diferencia estadísticamente significativa (p=0,00603). En el 62,5% (n=15) de las infecciones adquiridas en el hospital (intrahospitalarias, IH) y en el 58% de las comunitarias relacionadas al cuidado de la salud (RCS) se rescató SA meticilino sensible (SAMS).
La resistencia a otros antibióticos fue baja: para clindamicina fue de 8,4%, 10,8% para eritromicina y 10% para gentamicina. No se observó resistencia a trimetoprima-sulfametoxazol ni a vancomicina.
El 37.5% (n=45) presentaron bacteriemia. Desarrollaron complicaciones el 21.6% (n=26) y éstas fueron más frecuentes aquellos con hemocultivos positivos con una diferencia estadísticamente significativa (p= 0,000057). Las complicación más frecuente fue la osteomielitis. La mediana de días de hospitalización fue de 14 (rango 3-75).
El 35% (n=42) requirió cirugía. El 45.9 % (n=39) de las infecciones producidas por SAMR y el 8.9 % (n=3) de las causadas por SAMS requirieron drenaje quirúrgico, con una diferencia estadísticamente significativa (p=0,000061).
No hubo diferencias significativas entre SAMR y SAMS en la frecuencia de complicaciones, días de estadía hospitalaria ni ingreso a unidades de cuidados intensivos. Una paciente falleció (0.8%) secundario a la infección diseminada por SAMR.
Conclusiones
La mayoría de los pacientes eran sanos y sin antecedentes de IPPB.
El SAMR predomina en las infecciones provenientes de la comunidad; esto no ocurre en aquellas adquiridas en el ámbito hospitalario donde hay un leve predominio de infecciones causadas por SAMS.
Los pacientes con bacteriemia tienen mayor riesgo de presentar complicaciones.
Las infecciones por SAMR requieren drenaje con mayor frecuencia quelas producidad por SAMS.
La clindamicina continúa siendo un antibiótico de primera línea para tratar infecciones por SA en nuestro medio.