Introducción:
La enfermedad de Chagas es causada por el flagelado Trypanosoma cruzi (T.cruzi). En Argentina es endémica en Chaco, Formosa, Stgo. del Estero, La Rioja, Salta, Mendoza y San Juan, provincias donde circula el vector triatómido transmisor.
La infección del sistema nervioso central (SNC) por T. cruzi en general ocurre por reactivación de la enfermedad de Chagas, en pacientes VIH+, a consecuencia de la inmunodeficiencia severa (linfocitos T CD4+ < 100 cel/ul). Suele presentarse como lesión ocupante de espacio (LOE) o como meningoencefalitis difusa (menos frecuente). La infección por Toxoplasma gondii (T. gondii) causa LOE en pacientes HIV+, lo que requiere del diagnóstico diferencial entre ambas.
Objetivo:
Evidenciar la importancia del diagnóstico microscópico del líquido cefalorraquídeo (LCR) en pacientes VIH + con LOE.
Descripción del caso:
Paciente mujer de 64 años, oriunda de Stgo. del Estero, VIH+ de reciente diagnóstico, CD4+ de 77 cel/ul, carga viral 904.000 copias/mm3. Ingresó confusa, desnutrida, con hipotrofia muscular y ausencia de signos meníngeos. La TAC cerebral mostró una imagen hipodensa subcortical frontal e insular izquierda compatible con edema vasogénico, asociada a una imagen nodular central de límites mal definidos. Ante la sospecha de encefalitis por T.gondii, se inició tratamiento empírico con trimetoprima sulfametoxazol y leucovorina.
La punción lumbar (PL) obtuvo un LCR incoloro, límpido, con 39 mg/dL de glucosa y 1 g/L de proteínas, 3 células/mm3, y formas flageladas móviles compatibles con tripomastigotes de T. cruzi (confirmado con Giemsa). La técnica de Strout fue negativa y los dosajes de IgG anti-T. gondii y T. cruzi fueron negativos y positivos, respectivamente.
Tratada con benznidazol (200 mg/12 hs), la pacientes tuvo una respuesta favorable y se retiró voluntariamente tras 41 días de internación. Otra PL, realizada 20 días post ingreso, fue negativa.
Discusión:
En pacientes con SIDA, meningoencefalitis y/o LOE, provenientes de áreas endémicas, debe considerarse a T. cruzi como patógeno oportunista, si bien la toxoplasmosis es más prevalente en este grupo de pacientes, siendo la anamnesis imprescindible para orientar el diagnóstico.
Conclusiones:
La microscopia del LCR brinda un resultado altamente específico, permite el tratamiento precoz y evita posibles complicaciones. La serología no distingue la etapa aguda, y puede arrojar resultados falsos negativos por el deterioro inmunológico del paciente.