Introducción:
La epidemia del VIH se ve influenciada de manera considerable por la migración, de ahí la necesidad de incluir a la población migrante en los programas de lucha contra el VIH/Sida, como población clave. Situaciones predisponentes a la infección por VIH en los migrantes son el comercio sexual y falta de pareja sexual estable. Tras la crisis inédita en la región, suscitada en Venezuela, Latinoamérica presenció una enorme y rápida tasa de movimientos migratorios originados en dicho país, siendo en una parte significativa del sexo masculino y jóvenes el que más índices de migración presenta, que es también el grupo más afectado por la pandemia del VIH. Ecuador, Colombia y Perú actualmente dan acogida hasta un 70% de estos migrantes.
Objetivos:
Conocer cuál es el efecto de la migración en la epidemiología y perfil clínico de la infección por VIH en la clínica especializada de VIH de un hospital de la ciudad de Quito, Ecuador.
Materiales y métodos:
Se realizó un estudio observacional descriptivo de corte transversal, por medio de una encuesta realizada a 293 personas que viven con VIH (PVV) entre los años 2017 y 2019, la cual incluyó variables sociodemográficas y clínicas que fueron tomadas de los expedientes clínicos de cada participante.
Resultados:
El 90.4% de PVV fueron hombres. 74.4% reportaron un ingreso económico mensual inferior a la canasta básica (46.8% se encontraban desempleados). El 51,9% de PVV eran ecuatorianos y un 39.9% de nacionalidad venezolana. El 39.5% de los PVV tuvieron un diagnóstico tardío-avanzado de la enfermedad. 78.2% de PVV tenían una carga viral (CV) actual menor a 50 copias/mm3. Al comparar usuarios nacionales de los extranjeros, se encontraron variables con diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos y en otras variables no se halló diferencias.
Discusión / Conclusiones:
En ciertos aspectos no hay diferencia estadística entre la población ecuatoriana y venezolana tales como rango etario, preferencia sexual, estado civil, diagnóstico tardío con enfermedad avanzada de la enfermedad, cambios de esquema, entre otros. En otros aspectos hay mayor nivel de instrucción y tasas de empleo y menor progresión a fase SIDA en la población extranjera frente a la nacional. También la relación hombre:mujer era mayor en la población extranjera.