Introducción:
La anfotericina B es el fármaco de elección para el tratamiento de las infecciones fúngicas sistémicas o invasivas. Sin embargo, su uso está limitado en muchas ocasiones por la aparición de diferentes efectos secundarios, especialmente por su nefrotoxicidad.
Objetivo:
Analizar la incidencia de nefrotoxicidad durante la administración de ANF desoxicolato (ANF-d) y las variables involucradas.
Materiales y métodos:
Se realizó un estudio observacional retrospectivo que incluyó a toda la población adulta que recibió ANF-d por al menos 72 horas de tratamiento desde el 01/ENE/2014 al 01/FEB/2017.
Las variables recabadas fueron edad, género, peso, dosis diaria, dosis acumulada, creatinina (Cr) basal, Cr pico, variación de la misma, diagnóstico, enfermedad de base y administración de otros nefrotóxicos.
La nefrotoxicidad se definió como aumento de Cr sérica ≥ 2 veces de la basal.
Resultados:
Se analizaron 55 episodios en 48 pacientes (32 hombres y 16 mujeres) con una edad promedio de 42 años (22-77 años). Se excluyeron 6 episodios de 5 pacientes que se encontraban en hemodiálisis previo a la administración de ANF-d.
La dosis acumulada resultó, en promedio, de 719 mg (150-4200 mg). La Cr basal osciló entre 0,4 y 1,7 mg% con un promedio de 0,74 mg; mientras que la Cr pico ascendió a un promedio de 1,2 mg% (0,4-2,6 mg%). Esto se tradujo en una variación promedio de 1,2 mg (0,4-2,6 mg) que representó entre 0 y 340% (promedio 70,5%).
En 16/55 episodios (29%), se duplicó la Cr basal, requiriendo de la suspensión de ANF-d por injuria renal en 5/55 (9%). De éstos 5, uno persistió con Cr posterior aumentada en 0,3 mg, otro recuperó función renal basal, dos pacientes fallecieron por enfermedad de base y uno requirió hemodiálisis.
De los 16 pacientes que desarrollaron nefrotoxicidad, sólo 4 presentaron una Cr posterior a la suspensión de ANF-d aumentada en más de 0,3 mg% respecto de la inicial-basal (promedio 0,9 mg%).
Asimismo, de dichos 16, 11 recibieron otros nefrotóxicos (8 de ellos más de uno). Globalmente, al 65% (36 de 55) se les coadministró drogas con conocida toxicidad renal.
La indicación más frecuente de ANF-d fue como tratamiento empírico (33%), seguido de aspergilosis probable (22%) y criptococosis (18%).
La población estudiada presentó, como enfermedades de base más frecuentes, VIH (38%) y neutropenia febril por enfermedad oncohematológica -linfo/mieloproliferativo- (38%).
Conclusión:
En nuestra experiencia en un sanatorio de alta complejidad, la nefrotoxicidad durante la administración de ANF-d derivó en una baja tasa de suspensión de la misma.
Si bien contamos con formulaciones lipídicas, éstas fueron reservadas desde el inicio, para pacientes individualizados (ej. trasplantados renales).