Las lesiones osteolíticas en niños suelen ser de diferentes orígenes: infecciones piógenas, tumorales, quísticas. Presentamos un caso de tuberculosis (TB) ósea, causa excepcional de lesión lítica en huesos largos. Revisamos la literatura focalizándonos en los diagnósticos diferenciales.
Niña de 23 meses con tumoración lateral de pierna derecha, sin flogosis, dolor a la palpación profunda, afebril, 3 meses de evolución, sin síntomas constitucionales.
Luego de un trauma leve presentó lesión duro elástica con aumento progresivo de tamaño. Mejoría parcial en la deambulación, dolor en rodilla y cadera con AINEs.
La radiografía de miembro inferior derecho mostraba lesión osteolítica diafisometafisiaria proximal de peroné con radiopacidad de partes blandas adyacentes. Hemograma y resto de laboratorio normal, ESD 10mm. Por sospecha de lesión maligna se realiza RMN con contraste: lesión expansiva, asociada a triangulo de Codman, heterogénea, con gran tumefacción de tejidos blandos. Diagnóstico probable de tumor óseo sin descartar osteomielitis (OM). Se realiza biopsia.
Cultivo para gérmenes comunes negativo, directo para BAAR negativo. PCR-RT detecta Complejo Mycobacterium tuberculosis. PPD de 0mm.
La anatomía patológica describe granulomas caseosos y técnica de Ziehl Neelsen positiva focal. El cultivo positivo para TBC confirma el diagnostico. Cumple tratamiento con 4 drogas por 2 meses y 7 meses con rifampicina e isoniacida. Epidemiología negativa.
En pediatría, el dolor de las extremidades es causa frecuente de consulta y suele presentarse luego de un trauma, esto genera un retardo diagnóstico de patologías graves.
Las causas más frecuentes de imágenes osteolíticas son: osteoma osteoide, quistes aneurismáticos, osteosarcoma y sarcoma de Ewing así como osteomielitis por Gram positivos.
Las OM por TB que afecta huesos largos es excepcional. La TB osteoarticular (OA) no supera el 1% de todos los casos. Solo 2.4% de las TB OA son en menores de 15 años. La OM se observa solo en un 11% de los niños con TB OA.
La TB en Argentina ha ido en aumento. La forma extrapulmonar fue 14.1% en 2016; TB OA 4%, usualmente espinal y articular. El 10% de los casos de TB notificados en el país son menores de 5 años. Una infección en hueso largo y en una edad tan precoz es excepcional.
La RMN es el método por imágenes de elección. La técnica de difusión es una gran herramienta para diferenciar tumores malignos de otras lesiones como la necrosis caseosa. La espectroscopia mediante la detección de picos de lípidos y acido láctico, acompaña el mismo diagnóstico. No siempre están disponibles.
El cultivo para micobacterias confirma el diagnóstico, pero el crecimiento lento lleva al inicio de la terapia empírica. La PCR-RT permite abreviar el proceso y conocer la sensibilidad a rifampicina sin perder especificidad en comparación al cultivo.
Las secuelas en el desarrollo, crecimiento y funcionalidad ósea suelen ser secundarias a la necrosis avascular de las epífisis. La alta sospecha y la utilización de los nuevos métodos diagnósticos más ágiles son cruciales para evitar consecuencias a largo plazo.