INTRODUCCION
Las infecciones del tracto urinario en pacientes pediátricos son un motivo frecuente de consulta en la práctica diaria y producida en su mayoría por bacilos Gram negativos. La aparición y diseminación de cepas multirresistentes obliga al uso de antimicrobianos (ATB) de mayor espectro generando un gran impacto en la resistencia bacteriana tanto en infecciones intra nosocomiales asociadas al cuidado de la salud como en la comunidad.
OBJETIVO
Analizar el patrón de resistencia antimicrobiana de las cepas de Escherichia coli aisladas en muestras de urocultivo de pacientes pediátricos.
MATERIAL Y MÉTODO
Se estudiaron las muestras de urocultivo (UC) positivos de pacientes de 1 mes a 15 años de edad en el periodo Enero a Diciembre de 2019 obtenidos de registros en libros de laboratorio de microbiología. Se definió UC positivo al recuento de 104 – 105 UFC/ml con desarrollo de único germen. Se excluyeron todos los UC que informaron un recuento menor a 104 UFC/ml y los que fueron flora polimicrobiana (FPM). Se evaluó la resistencia de Escherichia coli (E. coli) a ampicilina (AMP), ampicilina + sulbactam (AMS), aminoglucosidos (AGC), cefalosporinas de primera generación (CF 1° GEN) y Trimetoprima/Sulfametoxazol (TMS). Estudio observacional, descriptivo, retrospectivo de corte transversal.
RESULTADOS
Se obtuvieron 358 muestras de urocultivos de los cuales resultaron positivos 117 (32.7%). Los UC con bajo recuento de colonias y FPM fueron del 25.6% (30) quedando para el estudio un n= 87. El germen aislado ampliamente predominante fue Escherichia coli con el 71% (62), seguido por Proteus mirabilis 10% (9), Klebsiella spp. 7% (6), Pseudomona aeruginosa 4% (3) y el 8% (7) correspondió a otros microorganismos. El 73% (n=45) de las cepas de E. Coli tuvieron algún tipo de resistencia a los antimicrobianos sin embargo, se informó un 27% de cepas sensibles a todos ellos. La mayor resistencia se determinó para AMPI y AMS con un 93%, seguido del TMS 40% y una baja resistencia para los AGC y CF 1° GEN con el 13% y 9% respectivamente.
CONCLUSIONES
Pudimos observar una amplia resistencia de Escherichia coli a las aminopenicilinas y en menor proporción al TMS, escasa resistencia a los aminoglucosidos y cefalosporinas de primera generación, lo que nos permite inferir que éstos últimos antimicrobianos serían de utilidad en el tratamiento de las infecciones urinarias producidas por E. coli por lo que sugerimos su uso para el tratamiento empírico inicial de las mismas.