Introducción:
Campylobacter spp (CPY) es una de las principales causas de diarrea bacteriana a nivel mundial y el segundo agente etiológico más frecuente en países desarrollados. Afecta a todos los grupos etarios, pero es predominante en los primeros cinco años de vida. Normalmente se presenta como una diarrea aguda, que puede variar de leve a severa, pero que es autolimitada, con una duración máxima de una semana. Las especies más frecuentemente aisladas en niños con diarrea son C jejuni y C coli. En pacientes con síntomas persistentes o inmunosuprimidos se recomienda el tratamiento con macrólidos como antibióticos de elección y fluoroquinolonas como segunda opción. Debido al surgimiento de cepas resistentes a eritromicina y a los altos niveles de resistencia a fluoroquinolonas, es conveniente determinar el perfil de sensibilidad de la cepa aislada según lo recomendado por la Red Nacional de Vigilancia WHONET.
Objetivos:
Determinar la sensibilidad de CPY a los antimicrobianos en aislamientos de coprocultivos de pacientes atendidos en un Hospital pediátrico de tercer nivel.
Materiales y Métodos:
Estudio observacional, descriptivo y retrospectivo. Se incluyeron todos los aislamientos de CPY recuperados de coprocultivos durante el periodo 2018-2022. Las muestras fueron procesadas según protocolo del Servicio de Microbiología. Para la identificación se utilizó VITEK MS®. Los perfiles de sensibilidad a eritromicina (E) y ciprofloxacina (C) se determinaron por difusión con discos. Se utilizo Statistix7 para comparar la resistencia. Se consideró estadísticamente significativo p<0,05.
Resultados:
en el periodo de estudio 380 CPY resultaron viables para estudios de sensibilidad. Los porcentajes de resistencia por año pueden observarse en la Tabla 1. No se encontraron diferencias al comparar los aislamientos resistentes por año. Al comparar ambas especies, C coli presentó mayores niveles de resistencia, significativos para eritromicina en 2018 (p 0.002), 2019 y 2020 (p 0.004).
Discusión / Conclusiones:
Se observó que los niveles de resistencia para ambos antibióticos se mantuvieron constantes a lo largo de los años estudiados. Los datos obtenidos concuerdan con lo reportado por la Red Nacional de Vigilancia. C coli se asoció con mayores porcentajes de resistencia para ambos antibióticos. Es importante contar con datos locales para guiar tratamientos empíricos.