Introducción
La colocación de catéteres centrales es un procedimiento ampliamente utilizado, pero no está exento de complicaciones, tanto mecanicas como infecciosas. Una de las más severas, es la perforación miocárdica con taponamiento pericárdico. A continuación reportamos un caso que presentó esta complicación, asociada a infección pericárdica.
Presentación del caso
Paciente de sexo femenino, de 35 años de edad, con antecedentes de nefrectomía unilateral por tumor renal. Presentó cuadro de insuficiencia renal cronica reagudizada que requirió hemodiálisis de urgencia y luego plan de hemdialisis trisemanal.
Un mes después, concurre a sesión de hemodiálisis habitual con dolor retroesternal constrictivo de 24 hs de evolución, irradiado a dorso, acompañado de pico febril de 38,5°c y disnea. Al iniciar hemodiálisis se obtiene liquido cetrino transcatéter, que se envía a cultivo junto a dos hemocultivos. Se realiza ecocardiograma de urgencia constatando catéter en aurícula derecha dirigido hacia pared lateral, por debajo de la inserción del velo lateral tricuspídeo asociado a derrame pericárdico moderado (saco anterior 16mm – saco posterior 20mm).
Se decide retirar catéter de hemodiálisis en quirófano, comenzando posteriormente tratamiento con cefepime y vancomicina, e ingresando en unidad coronaria para monitoreo. Dos horas después, se constatan signos de taponamiento cardiaco, se le practica pericardiocentesis , y mejorando parametros hemodinámicos y autolimitándose el sangrado sin requerimiento de intervención quirurgica.
Se reciben hemocultivos y cultivo de líquido pericárdico con desarrollo de staphilococcus epidermidis. Por presentar buena evolución clínica, ecocardiograma dentro de la normalidad, se otorga alta medica, completando tratamiento antibiótico con vancomicina postdialisis durante 4 semanas.
Discusión
Hay descriptas dos formas de perforación cardíaca por cateterismos centrales:
– Punción inmediata durante la canulación y – Perforación tardía (la más frecuente). Esta ocurre horas o días después de la inserción y se produce por cateter localizado en auricula derecha, con daño del endocardio en forma progresiva con cada contracción auricular; o migración del cateter por movimientos de cuello, cabeza o brazos; pudiendo lacerar cualquier estructura vecina.
En el presente caso, probablemente, la perforación se produjo en forma tardía, ya que los síntomas aparecieron dias después de colocado el catéter. Lo interesante del caso descripto es que la paciente presentó fiebre, cultivo de líquido transcateter (pericárdico) y hemocultivos positivos para el mismo microorganismo, sumando el diagnóstico de pericarditis purulenta.
Conclusión
Con la presentación de este caso clínico queremos mostrar que si bien las complicaciones mecánicas asociadas a catéteres vasculares son infrecuentes, pueden ser devastadoras para el paciente. Destacar que esta descripta la perforación auricular con derrame pericárdico o taponamientocardiaco,peronohaybibliografíaconinfecciónpericárdicaconcomitante, locualimplicaunretotantodiagnosticocomoterapéutico, que requiere alta sospecha clínica por parte del equipo multidisciplinario.