La peritonitis es una gran causa de fracaso de la diálisis peritoneal (DP). La peritonitis fúngica (PF) es infrecuente en la edad pediátrica, pero se asocia con una alta morbi-mortalidad.
Describimos un caso inusual de peritonitis por Aspergillus sección Nigri en un neonato con DP, diagnosticado precozmente por la detección de galactomananos de Aspergillus (GM) en suero y luego confirmado por el cultivo.
Paciente de sexo femenino de 6 días de vida, con diagnóstico prenatal de transposición de grandes vasos asociada con comunicación interventricular (CIV) que llegó al Hospital para una cirugía correctora. Se realizó switch arterial y cierre de CIV con requerimiento de circulación extracorpórea durante 24 horas por bajo gasto cardíaco. Por oligoanuria se indicó furosemida y aminofilina para forzar diuresis, pero ante la caída del ritmo diurético, a los 2 días de la cirugía, comenzó con diálisis peritoneal para el manejo de líquidos. Al 4° día postoperatorio (12 días de vida) presentó shock séptico por Klebsiella pneumoniae sin foco evidente, recibió tratamiento dirigido y prolongado con meropenem. Al día 20 de la cirugía, se sospechó peritonitis asociada a DP, por fiebre y líquido peritoneal (LP) turbio, se solicitaron cultivos de LP y GM en suero. Los índices (I) de GM fueron de 5,3 y 3,9, en sueros pareados. Como los sueros se obtuvieron a través de un catéter y el micológico directo del LP fue negativo; se decidió repetir la detección de GM en sueros obtenidos por venopunción. Los I fueron 3,25 y 4,25. Con estos valores, se envió un nuevo LP para estudio micológico y además se le hizo GM, el directo fue negativo y el I de GM fue 6,42. Con este resultado, se inició tratamiento con anfotericina liposomal y se retiró el catéter de DP. Días después desarrolló Aspergillus sección Nigri en los cultivos del LP y del catéter de DP, confirmando la PF. Luego de 7 días de retirada la cánula de diálisis, debió ser recolocada por sobrecarga de volumen e insuficiencia renal crónica con necesidad de hemodiálisis. A los 71 días de vida requirió otra cirugía cardíaca y falleció a los 76 días por shock cardiogénico y fallo multiorgánico.
Destacamos la importancia de la sospecha clínica de PF asociada a DP en nuestro caso y la solicitud de una prueba rápida, como el GM, que permitió un diagnóstico temprano y preciso. Concluimos que el trabajo multidisciplinario permite utilizar las herramientas más adecuadas para mejorar el manejo de un paciente.