Introducción:
El desarrollo de comorbilidades en pacientes mayores infectados con VIH resulta en el inicio de nuevos tratamientos que se suman al TARV. Está establecido que la administración de múltiples medicamentos en forma concomitante puede asociarse a la aparición de efectos adversos en forma más frecuente y puede tener un impacto importante en la seguridad, la eficacia y la adherencia al tratamiento antirretroviral.
Objetivo:
Determinar la prevalencia de polifarmacia y las interacciones potenciales en pacientes mayores de 50 años viviendo con VIH.
Materiales y métodos:
Estudio descriptivo, de cohorte transversal de pacientes pertenecientes a un sistema de salud cerrado, mayores a 50 años, viviendo con VIH atendidos en el mismo hospital durante 2018. Se revisaron las historias clínicas e indicaciones electrónicas de medicación recibida. Se definió como polifarmacia el uso de 4 o más medicamentos no asociados al VIH. Se analizaron las posible interacciones a través de Lexicomp® Drug Interactions.
Resultados:
De un total de 540 pacientes en seguimiento, se incluyeron 250 mayores de 50 años, de los cuales se excluyeron 7 fallecidos y 1 con pérdida de seguimiento (total 242). 78,1% del sexo masculino (189) y 21,9% femenino (53). Mediana edad, 59 años (IQ 54-65 años). La mediana de años de enfermedad fue 10,2 años (IQ 5-17 años). 48,4% cumplió criterios de sida. El porcentaje de pacientes con carga viral <20 copias fue 82,64% y la mediana de CD4 635 cel/ml (IQ 458-810 cel/ml). La mediana de tiempo de TARV fue de 108 meses (IQ 53-177).
84,7% tenía al menos 1 comorbilidad, siendo la más frecuente dislipemia (47,9%), seguida por hipertensión arterial (43,56%), osteoporosis/osteopenia (24.79%), depresión (14,05%) y enfermedad cardiovascular (13,64%). La mediana de comorbilidades fue de 2 (IQ 1-3), máximo 7. 13,22% presentó hospitalizaciones y 35,12% realizó consultas a más de 3 especialistas en el período analizado.
La frecuencia de polifarmacia fue 38.84%, con una mediana de medicaciones concomitantes de 3 (IQ 1-5), máximo 19. Al analizar el subgrupo mayor a 65 años encontramos 53,73% de prevalencia de polifarmacia, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p 0,004).
No se encontró relación entre polifarmacia y sida (p 0,2), ni con carga viral detectable (p 0,72). La necesidad de internación y la consulta a más de 3 especialistas en el último año se asociaron significativamente con la presencia de polifarmacia (p 0,001 y 0,01 respectivamente).
De 765 medicaciones indicadas, presentaban interacciones de tipo D (considerar cambio de tratamiento) 58 fármacos (7,58%) y de tipo X (evitar esa combinación) 11 (1,44%). Los medicamentos más frecuentemente indicados fueron las estatinas (30,57%) seguidas por colecalciferol (25,62%) y enalapril (16,53%).
Conclusiones:
Como era esperable, la frecuencia de polifarmacia en nuestros pacientes aumentó con la edad y también con el número de comorbilidades, el mayor contacto con el sistema de salud y las hospitalizaciones en el último año. Sin embargo, la prevalencia de interacciones potencialmente fatales fue similar a lo publicado. Igualmente consideramos que es importante una atención médica centralizada y una revisión sistemática de los medicamentos utilizados, suspendiendo aquellos que no fuesen necesarios.