En agosto de 2016, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Bs. As creó una Comisión para implementar los Programas de Optimización de Antimicrobianos (PROA) en 16 hospitales (los 13 de agudos de la ciudad, uno de Infectología, uno de Neumonología y otro de Gastroenterología). El proyecto incluyó la conformación de los equipos de PROA, encuestas basales de percepción del uso de antimicrobianos (ATM) por parte de prescriptores y producción de guías clínicas. Se realizó un estudio de consumo basal (metodología ATC/DDD) correspondiente al 2do semestre de 2016 y otro en igual período del 2017.
Objetivo:
Presentar los resultados de consumo de antibióticos (ATB) tras un año de programa.
Metodología:
Se midieron las dosis diarias definidas por 1000 pacientes/día (DDD/1000/d) de ATB parenterales utilizando las recomendadas por el centro colaborador de la OMS: amicacina (AKN) 1g; ciprofloxacina (CIP) 1 g; ampicilina-sulbactam (AMS) EV 6 g; ceftriaxona (CRO) 2 g; ceftazidima (CAZ) 4 g; cefepima (FEP)2 g; piperacilina/tazobactam (PTZ) 14 g; ertapenem (ETP) 1 g; imipenem (IMP) 2 g; meropenem (MRP) 2 g; vancomicina (VAN) 2 g; clindamicina (CLM) 1.8 g; metronidazol (MDZ) 1.5 g; linezolid (LNZ) 1.2 g; tigeciclina (TYG) 0.1 g y fosfomicina (FOS) 8 g. La excepción fue colistina (COL), donde se consideró una DDD de 0.3 g dado que es la dosis habitualmente utilizada en pacientes normorrenos. El número de camas de cada hospital varió entre 104 y 400. El total de pacientes/día fue de 548.951 en 2016 y 411.703 en 2017. El trabajo estadístico fue realizado con planilla de cálculo MS Excel versión 2007. Mediante el Odd Ratio (OR) y su intervalo de confianza se observó si la diferencia entre períodos resultó o no significativa.
Resultados:
El consumo tuvo una leve caída de 503 a 476 DDD/1000/d (5.36%), con variaciones entre hospitales. El mismo se redujo en 10 hospitales (significativo en 7) y aumentó en 6 (significativo en 3). En relación con las UTIs, el consumo bajó en 7 hospitales (significativo en 6) y aumentó en 9 (significativo en 5), con un aumento no significativo del 3.7%. En contraste, en las salas generales el consumo bajó en 13 (significativo en 12) y aumentó en 3 (significativo en los 3), con una reducción significativa de 33.5 %. Ver tabla.
Conclusiones:
Si bien solo se analizó el primer año de implementación de los PROA, la reducción general del consumo (incluyendo ATB de mayor impacto como carbapenemes y colistina) constituyen señales positivas acerca del camino adoptado.