Introducción
La COVID-19 presenta gran diversidad de manifestaciones extrapulmonares. Se han reportado síntomas digestivos hasta en un 48% en pacientes con distrés respiratorio, entre ellos íleo.
Se presentan tres pacientes que evolucionaron con afectación digestiva en contexto de enfermedad grave por SARS-CoV-2 e internación prolongada en UTI.
Caso 1: varón (51 años) que a las cuatro semanas de internación en terapia intensiva evoluciona con distensión abdominal y megacolon agudo. En videocolonoscopía no hubo lesiones mucosas, y la biopsia de mucosa colónica no mostró alteraciones histológicas significativas, trombos ni vasculitis.
Caso 2: varón (52 años) que en la tercera semana de internación presentó pancreatitis aguda, resuelta con tratamiento médico. Luego, en contexto de megacolon agudo, presentó bacteriemia por Enterococo faecalis y Klebsiella pneumoniae, interpretados como posible translocación bacteriana.
Caso 3: mujer (66 años) que en la cuarta semana de internación presentó diarrea y megacolon a predominio de colon transverso e íleon terminal.
En los tres casos, la TC de abdomen evidenció marcada distensión colónica, sin signos de obstrucción. Se realizó antígeno y toxina de Clostridium difficile, coproparasitológico fresco y seriado, y serologías de Chagas con resultados negativos.
Los tres casos presentaron hipocalemia; se realizó seguimiento concomitante con servicio de coloproctología, tratamiento médico con colocación de sonda nasogástrica y rectal, así como corrección del medio interno con mejoría del cuadro clínico.
Discusión y conclusiones
El síndrome de Ogilvie es una dilatación aguda del colon en ausencia de una obstrucción asociada que lo justifique, coincidiendo con dicha definición las características de los tres casos descriptos.
Se propone que el íleo en la COVID-19 se produciría porque el receptor de la enzima convertidora de angiotensina estaría sobreexpresado en enterocitos, lo cual genera afinidad por el virus SARS CoV 2; o por trombosis de pequeños vasos o fenómenos de disautonomía por neurotropismo del virus.
Podría ser una manifestación tardía y compleja de COVID-19 en pacientes críticos. Requiere manejo conservador y tratamiento de soporte, así como estricto seguimiento por posibilidad de complicaciones que requieran intervenciones quirúrgicas de urgencia. El diagnóstico es por descarte, por lo que hay que considerar previamente otras etiologías.