Introducción:
Desde 2001 la Coordinación Sida, estableció el acceso al diagnóstico de VIH como uno de sus ejes estratégicos con el objetivo de reducir la morbilidad y mortalidad de las personas infectadas y disminuir el riesgo de transmisión. Para ello puso en marcha los Centros de Prevención Asesoramiento y Diagnóstico (CePAD) como dispositivos para facilitar el acceso al test de VIH. Desde entonces, se han creado en forma progresiva 38 centros o espacios de testeo facilitado. A partir de 2013 se comenzó a implementar un nuevo algoritmo diagnóstico que incluye un test rápido (TR) de VIH como método de tamizaje y una prueba molecular (carga viral) como confirmación.
Objetivo:
Evaluar el impacto de la implementación del TR en el acceso al diagnóstico de VIH en el primer nivel de atención del sistema público de la CABA.
Materiales y métodos:
Después de un proceso de implementación centrado en la capacitación y control de calidad, el TR para VIH fue incorporado progresivamente en 24 de los 38 centros de testeo: 16 de en centros de atención primaria, 5 en hospitales y 3 en ONG. Para la incorporación de esta técnica, se realizó un flujograma que permitió evaluar la viabilidad de su implementación y, en cada caso, se estableció un circuito de referencia con el laboratorio del hospital del área programática correspondiente para la confirmación diagnóstica con carga viral y el recuento de CD4.
Resultados:
• Desde la implementación del TR el número de testeos para VIH aumentó progresivamente en los centros de diagnóstico (2012=10.230; 2013=11.902; 2.014=15.531; 2015=16108) y el porcentaje de personas que conocieron su serología fue mayor que con la técnica convencional, que implica la entrega diferida de resultados (99,1% vs. 79,8%).
• Si se compara la razón hombre/mujer entre los CeSAC con TR y los que utilizan el test convencional, se observa un aumento de la misma (0,98 vs 0,75).
• Desde 2014 se crearon 6 nuevos Centros de Testeo en lugares que no contaban con la infraestructura y/o el personal que requiere el circuito de la técnica tradicional.
Conclusiones:
La implementación del test rápido se consolidó como una política pública para facilitar el acceso al diagnóstico de VIH en la CABA, especialmente en el primer de atención. Desde la implementacion de esta estrategia, se observa un aumento sostenido del número de testeos y también un aumento en el acceso al diagnóstico de poblaciones que habitualmente no se acercan al sistema de salud, lo cual se ve reflejado en el índice de masculinidad.
Por requerir mínimo equipamiento y por su simplicidad, el TR implicó un aumento en la cantidad y diversidad de centros que ofrecen el test de VIH.
La implementación del TR se acompañó de un fortalecimiento de los circuitos de derivación, tanto para la confirmación del positivo preliminar como para la consulta con el servicio de Infectología, intentando garantizar mayor rapidez en la atención de las personas.
La aplicación del nuevo algoritmo diagnóstico, en el marco de un programa validado de capacitación y control de calidad, ha demostrado ser una estrategia costo-efectiva con la cual más personas conocen su estado serológico.